PHNOM PENH: Un enviado especial del sudeste asiático para la crisis en Myanmar el lunes (27 de junio) instó a sus gobernantes militares a no mantener en prisión a la líder depuesta Aung San Suu Kyi, y pidió indulgencia antes de una visita a finales de esta semana.
El ministro de Relaciones Exteriores de Camboya, Prak Sokhonn, realizará su segundo viaje a Myanmar a partir del miércoles, dijo un portavoz de su ministerio, como parte del compromiso de paz de la junta con la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), de 10 miembros.
Aung San Suu Kyi, que ha estado en juicio acusada de al menos 20 delitos desde un golpe de estado contra su gobierno electo el año pasado, fue trasladada a una prisión en la capital Naypyitaw y recluida en régimen de aislamiento. Ella niega todos los cargos.
Hasta la semana pasada, el hombre de 77 años se había librado de la cárcel y estaba recluido en un lugar no revelado, a pesar de tener varias condenas por delitos relativamente menores.
Prak Sokhonn en una carta a la junta instó a la compasión.
«Aung San Suu Kyi es considerada internacionalmente y por muchos en Myanmar por tener un papel fundamental en el regreso de su país a la normalidad y la reconciliación nacional a través de una solución política pacífica», escribió, según un comunicado.
Los activistas denunciaron la última visita de Prak Sokhonn en marzo como un fracaso que favoreció a la junta y pasó por alto a sus oponentes, críticas que dijo entender.
En su carta, dijo que un proceso de paz exitoso era imposible con un lado excluido.
«Una resolución política pacífica de un conflicto, por complejo que sea, debe implicar que todos los involucrados compartan el espacio político», añadió.