Después de vencer a Francisco Cerundolo en la primera ronda de Wimbledon, su primer partido sobre césped en tres años, Rafael Nadal se retiró a las canchas de Aorangi Park para una sesión de una hora para preparar su próxima participación en el torneo; un choque de segunda ronda con Ricardas Berankis.
Acompañado de Francis Roig y Marc López, dos de sus entrenadores, el 22 veces campeón de Grand Slam siguió trabajando en su transición a la superficie, con la mirada puesta en los retos que le esperan en el All England Tennis Club.
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A los 36 años y habiendo conquistado su 14ª corona de Roland Garros, Nadal se sometió a dos sesiones de radiofrecuencia pulsada para combatir el síndrome de Muller-Weiss, una displasia del escafoides tarsal que padece desde 2005 en el pie izquierdo.
Lo hizo con un objetivo claro: seguir jugando, seguir teniendo ocasiones, luchar por alargar una de las mejores carreras de la historia de este deporte. Y, por supuesto, volver a Wimbledon, un lugar que ocupa un lugar especial en su carrera.
“Eso me dice que realmente quería volver a jugar sobre césped porque su juego estaba en gran forma”, dijo Roig a ATPTour.com en Londres. “Tenía un mono en la espalda. Obviamente, mientras esté compitiendo por Grand Slams, seguirá jugando. Lo disfruta y le gusta competir.
“Claro que me sigue sorprendiendo su intensidad y ganas. Su profesionalidad en los entrenamientos y lo rápido que recupera el nivel tras lesionarse. Lo he estado viendo desde que era pequeño, pero la forma en que supera las adversidades… no ha sido afectada por la edad”.
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Crédito de la foto: GLYN KIRK/AFP vía Getty Images
No sorprende que Nadal quisiera volver a competir en el All England Lawn Tennis Club. El No. 4 del mundo jugó en cinco finales consecutivas en SW19 de 2006 a 2011, ganando títulos en 2008 y 2010.
“Tuvo unos años en los que no jugó bien en hierba, pero si está jugando bien, hay menos rivales que le puedan ganar en hierba que en pista dura”, admitió Roig. “Del mismo modo, creo que está más cerca de Djokovic en esta superficie que en canchas duras. Ambos siguen siendo difíciles, y teniendo en cuenta que es el favorito, hay más posibilidades de ganarle aquí.
“No hay más remedio que ser agresivo en determinados momentos, y eso le ayuda. Contra Federer fue demasiado conservador la última vez, en 2019. Le dije: ‘Si Federer te golpea cuatro golpes de revés planos seguidos, no ganaremos, pero si haces que corte la pelota… tienes posibilidades de ganar’. .”
Nadal ahora ha comenzado en ese camino hacia la victoria, abriendo con una reñida victoria en cuatro sets sobre el argentino Cerundolo el martes.
“Después de tres años sin jugar sobre hierba, tomó la delantera sin hacer un gran tenis”, explicó Roig. “En el segundo set jugó mejor, haciendo más daño con el balón. En una ruptura perdió el control del partido, perdió el tercero y el cuarto fue complicado. Pero después de tres años sin jugar sobre hierba, y en una primera vuelta, está bien”.
Por eso, Nadal está ahora centrado en reafirmar su memoria muscular por la superficie, que le ayudará cuando llegue la hora de la verdad.
“Queda mucho camino por recorrer, pero vendrá de las situaciones de partido”, apuntó Roig. “Por ejemplo, golpear la pelota con suavidad y confiar en que hará lo que tú quieres. Elegir qué tipo de tiros puedes atacar. Tener mejor toque y hacer los puntos lo más cortos posible. Girar a la derecha y poder jugar al revés del contrario. De todo un poco, pero seguro que poco a poco lo irá afinando”.