En España, la relajación de medidas impuestas a causa del COVID-19 ha provocado que estén de regreso los eventos multitudinarios. Uno de los más recientes fue la Feria Alimentaria de Barcelona, entre los mayores eventos de la industria de la alimentación, bebidas y hostelería.
Varios empresarios latinos se desplazaron hasta la capital catalana para presentar su oferta y contribuir a la reactivación del sector.
Chocolate guatemalteco con impacto social
La incursión del guatemalteco Julio Matute en la industria del “oro negro” llegó por casualidad. Todo empezó en 2018 cuando su hermano Pablo, que era una guía turística, compró dos quintales de cacao tras regresar de un recorrido.
“Estando en casa mi mamá, dije, ‘o se van ustedes o se va el cacao, pero uno de los dos se tiene que ir, porque el cacao fermentado seco apesta bastante’. Entonces buscamos cómo hacer chocolate viendo vídeos de YouTube”, explicó Matute a la Voz de América.
Tras seguir las instrucciones de Internet y con mucho esfuerzo, los hermanos consiguieron crear su primer chocolate: “Le dimos a probar a mi tío belga y le encantó. A partir de eso empezamos. Dijimos: “aquí hay algo, se puede”.
Desde ese momento, la compañía empezó a crecer. Con el tiempo consiguieron una distribuidora nacional, y en 2019 consiguieron el galardón “Cocoa of Excelence”.
Asimismo, Matute comentó que durante la pandemia lograron reinventarse creando chocolate para otras marcas. “Nos permitió ir expandiendo horizontes y al mismo tiempo fortaleció el negocio. También nos permite ahora hacer distintas propuestas a varios clientes”.
En la Feria Alimentaria dieron a conocer a posibles clientes y distribuidores de varios tipos de chocolate. Uno de ellos fue el fabricado en la laguna de Lachoá, en Alta Verapaz, y calificado por la marca como “uno de los más exóticos del mundo”.
Matute explicó el impacto social que tiene este producto para las cooperativas mayas que lo cultivan: “Se lo compramos a sobreprecio con la idea de que ellos sigan haciendo esto, y con eso logran proteger la reserva donde viven y se reduce bastante la tasa de migración porque ahora tienen una manera de salir del ciclo de pobreza”.
Nuevos horizontes para la cerveza costarricense
Europa lidera el consumo de cerveza a nivel mundial. Según el ránking realizado por el portal Expansivity, un checo bebe de media 468 cervezas al año, mientras que un español consume 417 “birras”.
Es por eso que la compañía Costa Rica’s Craft Brewing Company quiere hacerse un hueco en el mercado europeo: “Nos hemos dedicado a consolidarnos en el mercado costarricense y ya queremos expandir nuestras, llevar el producto a muchos más lugares (…) Hay mucha competencia, pero creemos que hay un buen espacio para nuestros productos aquí en Europa”, explicó María José Coto, ejecutiva de ventas de la marca.
La empresa nació hace 12 años, y, según Coto, fue una de las pioneras en la producción de cerveza artesanal en el país centroamericano. “Era un concepto totalmente desconocido en Costa Rica y se hizo toda esta labor de empezar a concientizar un poco, de expandir la cerveza artesanal”.
Actualmente, con el objetivo de satisfacer distintos paladares, la marca cuenta con varias líneas de productos, entre las que se encuentran “cervezas frutales y muy autóctonas de Costa Rica”.
Y los asistentes de la feria han podido saborearlas: “Les agrada, tienen muy buena percepción, así que le vemos mucho potencial a los productos acá”, concluye Coto.
Ambas compañías centroamericanas forman parte del programa de talento “Eko Bootcamp 2.0”, organizada por la Unión Europea y el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), y que busca apoyar a empresas de la región acelerando el proceso de exportación.
“Han culminado prácticamente todas las fases, en las cuales han recibido coaching especializado, y ahora estamos en la etapa de consolidación en la que las hemos transmitido para que puedan ofrecer sus productos de manera presencial para que el mercado europeo conozca la oferta exportable”, explicó Jessy Macoto, especialista de negocios y promoción comercial del programa.
La resiliencia del café de Puerto Rico
El café puertorriqueño resurgió como un ave fénix después del mortífero huracán María, que destrozó la isla en 2017, y que aún sigue provocando estragos.
“Devastó nuestras fincas y nuestros campos (…) Batallamos contra huracanes y muchos cambios climáticos, que hace que nuestro café sea bien especial”, explicó Daniel Morales, agrónomo y representante de las marcas Café Yaucono, Yauco Selecto y Alto Grande desde el permanecer puertorriqueño del salón.
Y aunque se quedaron sin prácticamente nada, el empresario comentó que nunca perdieron la ilusión ni las ganas de seguir para adelante. “Rediseñamos la siembra, la semilla, y las variedades que usamos para así prometer un futuro hermoso para el café de Puerto Rico y asegurar la calidad”.
Un trabajo que, según explicó Morales, vio sus frutos este año. “La cosecha 2021-2022 fue la mejor desde el huracán María”, afirmó.
El café no es el único producto puertorriqueño que se expuso en el evento. Los empresarios también mostraron otras producciones autóctonas de Puerto Rico, como el ron, la piña y el mango.
Gloribel Cebus Molina, integrante del fondo de innovación para el desarrollo agrícola de Puerto Rico, destacó la importancia que tiene para la isla tener representación en la Feria Alimentaria. “Estamos buscando la forma de ampliar los negocios de nuestros agro empresarios en Puerto Rico y Europa es una de las regiones que estamos mirando para empezar a hacer negociaciones (…) De lo mejor que pueden ver aquí en la feria Alimentaria, el stand de Puerto Rico tiene que ser uno de ellos”.
¡Conéctate con la Voz de América! Suscríbete a nuestro canal de Youtube y activa las notificaciones, o bien, síguenos en las redes sociales: Facebook, Gorjeo mi Instagram.