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El gobierno del Reino Unido ha revisado sus planes de prohibir los anuncios de comida basura dirigidos a los niños antes de las 21:00 horas. La decisión entrará en vigor a partir de octubre de 2025.
Esta medida, que forma parte de una iniciativa más amplia de salud pública, busca frenar la obesidad infantil limitando la exposición a los anuncios de productos con alto contenido de grasas, sal y azúcar (HFSS). Los anuncios de comida chatarra en línea también se restringirán por completo, ya que el país adopta una postura más firme contra la comercialización de alimentos poco saludables.
Tasas de obesidad infantil en el Reino Unido
La crisis de obesidad infantil en el Reino Unido es alarmante: más del 20% de los niños tienen sobrepeso u obesidad cuando comienzan la escuela primaria, y esta cifra aumenta a más de un tercio cuando terminan la escuela. Estas estadísticas coinciden estrechamente con las cifras de la Iniciativa Europea de Vigilancia de la Obesidad Infantil de la Organización Mundial de la Salud, que informó que el 29% de los niños de 7 a 9 años en 33 países europeos tenían sobrepeso entre 2018 y 2020.
El ministro de Salud Pública, Andrew Gwynne, ha dejado claro que esta prohibición forma parte de una estrategia más amplia para reducir las enfermedades prevenibles, que están poniendo una presión significativa sobre el NHS. De hecho, muchos sostienen que el sistema de atención sanitaria gratuita del Reino Unido necesita urgentemente una reforma, especialmente porque se enfrenta a restricciones presupuestarias y a una demanda creciente. Al abordar la obesidad infantil, el gobierno espera reducir la carga futura sobre el NHS.
Sin embargo, algunos críticos creen que restringir los anuncios antes de las 9 p. m. no es suficiente. Muchos niños seguirán despiertos después de las 9 p. m.
Uno de los aspectos más polémicos de esta política es la tensión entre la salud pública y los intereses empresariales. Los críticos del gobierno, incluidos algunos dentro del Partido Conservador, han acusado a las administraciones anteriores de priorizar las ganancias de las grandes empresas por encima de la salud de los niños. Tanto Boris Johnson como Rishi Sunak retrasaron la introducción de esta prohibición, y Sunak la aplazó hasta 2025, lo que desató críticas generalizadas de los defensores de la salud.
Las prohibiciones a la publicidad de comida basura no son nuevas. De hecho, países como Noruega, Quebec y Suecia han prohibido toda publicidad durante la programación de televisión infantil durante años. En estos países, se ha demostrado que las limitaciones a la publicidad de comida basura han frenado el aumento de las tasas de obesidad infantil, aunque no han erradicado el problema por completo.
¿Qué dicen los productores de comida chatarra sobre la prohibición?
Algunas empresas sostienen que necesitan tiempo para adaptarse a estas regulaciones, en particular en el contexto de la actual crisis del costo de vida. En una época en la que la inflación está haciendo subir los precios de los productos básicos, afirman que las restricciones a la publicidad podrían perjudicar tanto a las empresas como a los consumidores al aumentar los costos. Algunos sostienen que estas prohibiciones podrían afectar desproporcionadamente a los productores de alimentos más pequeños que dependen en gran medida de la publicidad para competir con los gigantes de la industria.
Por otra parte, los defensores de la salud, como James Toop de Bite Back (un grupo vinculado al famoso chef Jamie Oliver), sostienen que estas medidas deberían haberse tomado hace tiempo. Toop afirma que cuantos más anuncios de comida basura veas, más alimentos poco saludables es probable que consumas, destacando la importancia de limitar la exposición a este tipo de publicidad.
¿La prohibición de los anuncios de comida chatarra provocará un cambio real?
Tal vez el verdadero problema resida en factores sociales más amplios que impulsan la obesidad infantil, desde el fácil acceso a alimentos poco saludables en el hogar hasta la falta de educación sanitaria integral en las escuelas. Para abordar las causas profundas de esta epidemia será necesario mucho más que simplemente regular los anuncios televisivos. Será necesario un esfuerzo concertado de los gobiernos, las empresas y las comunidades de toda Europa para crear un entorno en el que se anime a los niños a tomar decisiones más saludables.
Será interesante ver si otros países de la UE siguen el ejemplo del Reino Unido o siguen confiando en la autorregulación. ¿Qué opinas de la decisión? ¿Crees que el enfoque de «lo que no se ve, no se siente» ayudará? ¿O se trata más bien de una educación alimentaria que empieza en casa y se aprende en la escuela? Cuéntanoslo en los comentarios a continuación.
Etiquetas: obesidad infantil, comida chatarra