El spin-off de Spider-Man, Kraven the Hunter, tuvo un comienzo desastroso en los cines norteamericanos el fin de semana.
La película protagonizada por el actor inglés Aaron Taylor-Johnson ganó sólo 11 millones de dólares (8,7 millones de libras esterlinas), según estimaciones de los estudios, lo que la convierte en uno de los peores estrenos para una propiedad adyacente a Marvel.
La aventura de acción, que se centra en la historia de fondo de Kraven, es el último fracaso de Sony en su intento de explotar el universo de Spider-Man en busca de franquicias derivadas sin el lucrativo lanzador de telarañas.
Kraven se une a Madame Web y Morbius en intentos de franquicia que han fracasado ante el público y la crítica.
La única excepción ha sido la trilogía Venom, que ha recaudado más de 1.800 millones de dólares en todo el mundo.
Taylor-Johnson interpreta al personaje principal Sergei Kravinoff, junto a Ariana deBose y Russell Crowe.
Es mejor conocido por su interpretación del personaje principal en Kick-Ass y su secuela de 2013.
«No siempre es una garantía de que podrás conectar con el público cuando tienes un personaje derivado», dijo Paul Dergarabedian, analista senior de medios para la empresa de medición y análisis de medios Comscore.
«El público general parece querer saber exactamente lo que está obteniendo».
Mientras tanto, la cima de las listas volvió a pertenecer a Moana 2 y Wicked.