El sistema inmunológico de los papúes modernos probablemente evolucionó con un poco de ayuda de los denisovanos, un misterioso ancestro humano que se cruzó con humanos antiguos, según un nuevo estudio dirigido por Irene Gallego Romero de la Universidad de Melbourne, Australia, publicado el 8 de diciembre de 2022 en la diario de acceso abierto Genética PLOS.
Los papúes, los pueblos indígenas de la isla de Nueva Guinea, deben hasta el 5% de su genoma a los denisovanos, un grupo extinto estrechamente relacionado con los neandertales que solo se conocen por su ADN y sus escasos restos en Siberia y el Tíbet. Para comprender mejor la importancia de esta contribución genética, los investigadores buscaron en los genomas de 56 individuos papúes para ver si portaban secuencias de ADN de Denisovan o Neanderthal, y luego predijeron cómo esas secuencias podrían afectar el funcionamiento de diferentes tipos de células.
Según la ubicación de las secuencias no humanas, el equipo encontró que en los papúes, el ADN de Denisovan, pero no el ADN de Neanderthal, parece afectar fuerte y consistentemente a las células y funciones inmunes. Pruebas adicionales en cultivos celulares confirmaron que las secuencias de ADN de Denisovan regularon con éxito los genes cercanos, aumentando o disminuyendo su expresión de manera que podría afectar la forma en que las personas responden a las infecciones.
El nuevo estudio sugiere que las secuencias de ADN de Denisovan alteraron la respuesta inmune en los primeros humanos modernos que vivían en Nueva Guinea y las islas cercanas, ayudándolos potencialmente a adaptarse a su entorno local. Los investigadores concluyen que explorar más a fondo cómo el ADN de ancestros humanos extintos afecta la expresión génica puede ser la clave para comprender las consecuencias del mestizaje entre humanos antiguos y otros grupos. Los resultados también respaldan la idea de que el ADN arcaico ha tenido un amplio impacto en la configuración de la diversidad genética y la evolución de los humanos modernos, y probablemente ha afectado múltiples características en las personas que heredaron el ADN de Denisovan y Neanderthal.
El Dr. Davide Vespasiani, primer autor, agrega: «Demostramos que es muy probable que no solo el ADN neandertal, sino también el de Denisovan contribuyan a la expresión génica en las poblaciones humanas. Validaciones adicionales revelarán si estos efectos son en su mayoría específicos del tipo de célula o consistentes entre las células. .»
La Dra. Irene Gallego Romero, autora principal, concluye: «Parte del ADN de Denisovano que ha persistido en los individuos de Papúa hasta hoy juega un papel en la regulación de los genes involucrados en el sistema inmunológico. Nuestro estudio es el primero en arrojar luz de manera integral sobre el legado funcional del ADN de Denisovan en los genomas de los humanos actuales».
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