El sector turístico español se prepara para una temporada de verano sin precedentes.
Según datos de la Organización Mundial del Turismo (OMT)la agencia de la ONU dedicada al sector, España ya ha superado en un 1 por ciento los valores de 2019.
No se espera que la recuperación global total de las cifras registradas antes de la pandemia llegue hasta 2024 o 2025. Sin embargo, los países mediterráneos del sur de Europa están desvaneciendo esa predicción. La única pega de este factor es la creencia de que los viajeros se enfrentan al verano más caro de la historia.
El El nivel de actividad del sector ya sorprendió a los profesionales durante el periodo de Semana Santa. Los datos muestran que España recibió 7,2 millones de turistas en abril, un 18,5% más que en 2022.
De media, una habitación de hotel superaba los 100€. Como resultado, los visitantes internacionales gastaron 8.400 millones de euros, un 22,7 % más que en 2022 y un 20,1 % más que en 2019.
Los expertos predicen un verano extraordinario en el sur de Europa
Todas las previsiones apuntan a que este crecimiento se reproducirá durante los meses más fuertes de la temporada estival. Los expertos pronostican que lo hará a pesar de una economía aún tocada por la pandemia y la inflación mundial que sigue rampante.
Esto ha hecho que todo sea más caro, incluidos los vuelos, el alojamiento y los servicios turísticos.
Los turistas parecen no poder resistirse a tener unas vacaciones de ensueño, a pesar de seguir siendo testigos de una guerra en el corazón de Europa y de que en 2022 los salarios españoles sufrieron la mayor pérdida de poder adquisitivo desde 1985.
No hay una explicación clara del repentino auge de los viajes, aunque los expertos coinciden en que forma parte del efecto rebote que ha producido la crisis sanitaria.
Después de muchos meses de encierro, ahorro y fantasear con esa escapada, la gente ahora es libre de hacer precisamente eso, sugieren.
Aunque los precios han subido, la gente sigue viajando
Alessandra Priante, directora de la OMT para Europa, comentó: ‘Viajar es una parte intrínseca del ser humano. Hay más gente que antes no viajaba y que ahora tiene ganas. Por eso los precios han subido, pero no ha habido una contracción de la demanda. Los aviones son caros, pero están llenos’, enfatizó.
Los expertos vaticinan que aunque esta motivación por viajar no disminuirá, el sector se estabilizará en 2024, o al menos los precios lo harán.
Pablo Díaz, catedrático de Economía y Empresa en la especialidad de turismo de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), dijo que: ‘Hay que controlar los precios para que venir a España siga atrayendo’. ‘La competitividad de España como destino no debe basarse en los precios, pero sigue siendo un factor decisivo’, añadió.
Los turistas podrían haber agotado todos sus ahorros pandémicos
También hay que tener en cuenta que esta fiebre de viajar estalló en 2022, el primer año sin restricciones, y se ha prolongado desde entonces.
‘Muchas familias ya han consumido todo o casi todo el ahorro que habían juntado para viajar’, advirtió Díaz. ‘Habrá que ver cómo se comporta finalmente el mercado’, sugirió.
“La demanda se está adaptando al precio que estamos pidiendo, al menos de momento. En algunos hoteles hemos notado que la subida ha sido excesiva porque frenamos y dejó de venir gente”, explica Raúl González, consejero delegado de Barceló.
‘Pero por ahora la demanda responde al precio que pides’, puntualizó. Dijo que había notado un aumento de precios de entre 6% y 7% en comparación con 2022.
‘La pregunta que hay que hacerse es si este nivel de turismo es sostenible’, advirtió Priante, desde un punto de vista ambiental, pero también económico y social.
Los hoteles, los trenes y los aviones han perdido dinero. Quieren recuperarlo, pero no pueden hacerlo a cualquier precio. No volver a los problemas de antes de la pandemia, con graves impactos ambientales y sociales’, insistió.
Una solución podría ser: ‘Una gestión inteligente, coordinada y compartida de los flujos turísticos, que no necesariamente tiene que pasar por la restricción del número de llegadas’, prosiguió.
‘Sería problemático limitar el tránsito de turistas en la UE, por la libre circulación que se aplica, pero se puede analizar cuántos llegan a cada país y ofrecerles alternativas’, ofreció el experto.
Los turistas gastan una media de 1.172€ cada uno
Según los últimos datos disponibles de la Instituto Nacional de Estadística (INE)el gasto medio por turista se sitúa en 1.172€, con un incremento anual del 3,6%, y la media diaria crece un 11,6%, hasta los 173€.
A nivel internacional, los ingresos por turismo fueron de un billón de dólares en 2022, un 50 % más que en 2021, según la OMT. Y Europa lidera estos ingresos, con 504.000 millones de euros recaudados.
Según la consultora Braintrust, España recibirá 85 millones de visitantes en 2023, dos millones más que en 2019. Un último aspecto que preocupa a la OMT es la dificultad para encontrar trabajadores, especialmente entre la población más joven.
‘Su mentalidad ha cambiado. El trabajo estacional es un sacrificio. Antes era una oportunidad para ganar experiencia, ahora no lo ven así’, argumentan los expertos.
La clave para reconquistarlos no es solo ofrecerles un salario más digno, sino también ‘perspectivas laborales estables, porque nadie querría trabajar en un sector si sabe que, quizás, mañana colapsará’, concluyeron, según informó. por epe.es.