En Alemania se siguen sacrificando más animales como medida de precaución, pocos días después del primer brote de fiebre aftosa en más de 35 años.
El lunes, 55 cabras, ovejas y tres vacas fueron sacrificadas como medida de precaución en una granja en Schöneiche, en el estado alemán de Brandeburgo, días después de que se confirmara un brote de fiebre aftosa.
La granja afectada había comprado unos días antes heno de una granja de búfalos en Hönow, donde se informó y confirmó la enfermedad por primera vez. Inmediatamente se prohibió durante 72 horas el transporte de vacas, cerdos, ovejas, cabras y otros animales para evitar una mayor propagación de la enfermedad.
Las investigaciones realizadas desde entonces indican que la enfermedad no se ha extendido más en Brandeburgo y está contenida en las dos granjas de Schöneiche y Hönow. «Las muestras que se están analizando actualmente no arrojaron más resultados positivos», afirma Hanka Mittelstädt, ministra de Agricultura de Brandeburgo.
“Queda por ver si estas 72 horas se ampliarán o se tomarán otras medidas”, añadió.
Los legisladores federales alemanes también se vieron obligados a responder a este asunto. El ministro federal de Agricultura, Cem Özdemir, señaló que es demasiado pronto para saber si la enfermedad está totalmente contenida y añadió que se están realizando pruebas rigurosas para garantizar su contención.
“En este momento no podemos decir si permanecerá en una granja o si otras granjas se verán afectadas. Naturalmente, junto con nuestros ganaderos y la industria exportadora afectada, esperamos que se trate de un área limitada”, afirma Özdemir.
El brote, el primero desde 1988, seguramente tendrá consecuencias drásticas. Las exportaciones de productos animales de Alemania facturan aproximadamente 10 mil millones de euros al año, siendo su mayor cliente el Reino Unido.
La pérdida del estatus de Berlín libre de fiebre aftosa significa que ya no es posible obtener certificados veterinarios para exportaciones fuera de la Unión Europea.
Özdemir dice que el brote probablemente también afectará las exportaciones de leche y productos lácteos, productos cárnicos, cueros, pieles y productos sanguíneos. Özdemir dice que el ministerio “supuso que terceros países impondrían inmediatamente prohibiciones a dichos productos procedentes de Alemania”, limitando aún más sus posibilidades de suministro.
El Ministro Federal de Agricultura subrayó que el objetivo inmediato es garantizar la contención de la enfermedad.
La fiebre aftosa causa fiebre y ampollas en la boca en animales con pezuñas hendidas, como el ganado vacuno, porcino, ovino y caprino. Hace algunas décadas, el brote arrasó en la mayor parte del mundo y requirió importantes campañas de sacrificio para erradicarlo.
La enfermedad, aunque altamente infecciosa, no representa ninguna amenaza para los humanos, ni por contacto ni por consumo de carne o leche de un animal infectado.
La enfermedad se presenta regularmente en Medio Oriente y África, además de algunos países asiáticos y sudamericanos.
Hasta 1991-1992, la fiebre aftosa se controlaba en Europa mediante programas sistemáticos de vacunación de toda la población bovina del continente. Poco después, cuando Europa estuvo oficialmente libre de enfermedades durante varios años, se suspendieron las vacunas y desde entonces los casos se han mantenido muy bajos.