Los ingenieros de la Universidad de Cornell han creado un robot blando capaz de detectar cuándo y dónde se dañó, y luego curarse en el acto.
“Nuestro laboratorio siempre está tratando de hacer que los robots sean más duraderos y ágiles, para que operen por más tiempo con más capacidades”, dijo Rob Shepherd, profesor asociado de ingeniería mecánica y aeroespacial. «Si haces que los robots funcionen durante mucho tiempo, acumularán daños. Entonces, ¿cómo podemos permitirles reparar o lidiar con ese daño?»
El laboratorio de robótica orgánica de Shepherd ha desarrollado sensores de fibra óptica estirables para su uso en robots blandos y componentes relacionados, desde la piel hasta la tecnología portátil.
Para que la autocuración funcione, Shepard dice que el primer paso clave es que el robot debe ser capaz de identificar que, de hecho, hay algo que debe repararse.
Para ello, los investigadores han sido pioneros en una técnica que utiliza sensores de fibra óptica junto con luces LED capaces de detectar cambios mínimos en la superficie del robot.
Estos sensores se combinan con un elastómero de urea de poliuretano que incorpora enlaces de hidrógeno, para una curación rápida, e intercambios de disulfuro, para mayor resistencia.
Los SHeaLDS resultantes (guías de luz autorreparables para detección dinámica) proporcionan un robot blando resistente a los daños que puede autocurarse de los cortes a temperatura ambiente sin ninguna intervención externa.
Para demostrar la tecnología, los investigadores instalaron SHeaLDS en un robot suave que se asemeja a una estrella de mar de cuatro patas y lo equiparon con control de retroalimentación. Luego, los investigadores perforaron una de sus patas seis veces, después de lo cual el robot pudo detectar el daño y curar cada corte en aproximadamente un minuto. El robot también podría adaptar de forma autónoma su modo de andar en función del daño que detecte.
Si bien el material es resistente, no es indestructible.
«Tienen propiedades similares a la carne humana», dijo Shepherd. «No te curas bien de las quemaduras, o de las cosas con ácido o calor, porque eso cambiará las propiedades químicas. Pero podemos hacer un buen trabajo curando los cortes».
Shepherd planea integrar SHeaLDS con algoritmos de aprendizaje automático capaces de reconocer eventos táctiles para eventualmente crear «un robot muy duradero que tiene una piel que se cura a sí misma pero usa la misma piel para sentir su entorno y poder realizar más tareas».
Fuente de la historia:
Materiales proporcionado por Universidad de Cornell. Original escrito por David Nutt, cortesía de Cornell Chronicle. Nota: el contenido se puede editar por estilo y longitud.