Ha habido “múltiples reportes” de deportaciones desde abril que son contrarios al derecho internacional humanitario, ACNUR dijo la portavoz, Shabia Mantoo, a los periodistas en Ginebra.
“Según la información recibida por ACNUR, un solicitante de asilo de Myanmar fue deportado el 21 de octubre de su centro de detención a pesar de las intervenciones del ACNUR...Tales deportaciones de refugiados y solicitantes de asilo equivalen a devolución”.
Myanmar ha estado sumido en una guerra civil desde febrero de 2021 y enviar personas de regreso allí los ha expuesto “al daño y al peligro”, insistió el portavoz de la agencia de la ONU.
El domingo, surgieron informes no confirmados de que un concierto realizado por las fuerzas de la oposición en Kachin fue objeto de ataques aéreos que mataron al menos a 50 personas.
No devolución, no negociable
La Sra. Mantoo del ACNUR describió el principio de no devolución como “una piedra angular del derecho internacional” que era “vinculante para todos los Estados”.
El desarrollo sigue a un llamamiento más amplio de la agencia de refugiados de la ONU a los países de la región para detener los retornos forzados de los ciudadanos de Myanmar que buscan seguridad contra daños graves.
“Enviarlos de regreso al país es poner en riesgo innumerables vidas,” dijo Gillian Triggs, Alta Comisionada Asistente para la Protección de ACNUR.
Los vecinos de Myanmar deberían poner fin a la “detención indefinida” de solicitantes de asilo y refugiados del país, sostuvo el alto funcionario de ACNUR, al tiempo que expresó su preocupación por la continua violencia indiscriminada contra civiles en todo Myanmar, desde el golpe militar.
También han continuado los combates entre el ejército de Myanmar y los grupos étnicos armados en algunas zonas fronterizas, lo que ha llevado a la gente a huir dentro del país y a través de las fronteras, señaló la Sra. Triggs.
La espiral de Myanmar
La alerta del martes de ACNUR se hace eco de preocupaciones graves y generalizadas sobre el destino de quienes han huido de Myanmar. En el mes pasado Consejo de Derechos Humanos sesión, designado por la ONU experto independiente en derechos humanos Tom Andrews informó que las condiciones habían “ido de mal en peor, a horribles para un número incalculable de personas inocentes en Myanmar”.
Alguno 1,3 millones de personas ahora están desplazadas dentro de Myanmarseñaló el Sr. Andrews, con 28.000 hogares destruidos, aldeas quemadas hasta los cimientos y más de 13.000 niños asesinados.
También se avecina una crisis alimentaria en el país, continuó el máximo experto en derechos, con 130.000 rohingya en campos de internamiento de facto y otros sufriendo privaciones y discriminación arraigada en su falta de ciudadanía.