El Real Madrid borró de su mente la humillación del Clásico al alcanzar los cuartos de final de la Copa del Rey con una victoria por 5-2 sobre el Celta de Vigo en la prórroga.
Goleadores: Mbappé 37′, Junior 48′, Endrick 108′, 119′, Valverde 112′; Bamba 83′, Alonso 90+1′ (P)
Una alineación renovada después de la derrota contra el Barcelona salió al campo para Carlo Ancelotti, pero al final del día, los mismos grandes nombres marcaron los goles iniciales.
Después de jugar durante más de media hora, Kylian Mbappé abrió el marcador cuando agarró el balón en su propio campo, corrió por la banda izquierda y remató al otro lado de la red.
El Celta de Vigo se sentiría muy perjudicado, ya que minutos antes del gol, tenía claros reclamos de penalti. Andriy Lunin se salió de su línea y eliminó a Williot Swedber, pero no recibió nada.
Inmediatamente después del descanso, el Madrid duplicó su ventaja. Mbappé lanzó un balón hacia Brahim Díaz, y el español encontró a un Vinicius Junior corriendo que dividió a dos defensores visitantes y puso el 2-0.
Con sólo dos tiros a puerta, parecía que los anfitriones pasarían a la siguiente ronda. Las ocasiones de Fran Beltrán y Hugo Sotelo obligaron a Lunin a ser rápido, pero el Madrid seguía controlando el partido.
Sin embargo, como dice el refrán, una ventaja de 2-0 es siempre la más inestable en el fútbol.
Jonathan Bamba, al que se le vincula con una salida del Celta de Vigo, entró en el partido y causó impacto de inmediato. Un error de Eduardo Camavinga regaló el balón a los visitantes en el área y el suplente desmarcado puso el 2-1.
Otro error dio la vuelta al partido minutos más tarde, cuando Raúl Asencio cometió una falta en el área sobre Bamba, que ganó un penalti. Marcos Alonso dio un paso al frente y convirtió con calma para llevar el partido a la prórroga.
El Celta de Vigo tuvo otro reclamo de penalti en oídos sordos en los 30 minutos suplementarios cuando Antonio Rudiger pareció cometer una mano. El Madrid, a duras penas, consiguió marcar el gol de la victoria.
Los suplentes Arda Guler y Endrick combinaron desde fuera del área y el potente disparo del brasileño encontró el ángulo izquierdo antes de quitarse la camiseta para celebrar.
Un gol tardío de Federico Valverde desde el centro aseguró que Los Blancos evitaran una salida vergonzosa al agregar el cuarto de la noche para el Madrid.
Luego se convirtió en una especie de competición de goles para los locales.
Endrick anotó un doblete esa noche con un remate de tacón sublime y el Celta de Vigo se vio obligado a preguntarse qué habría pasado si hubieran aguantado.
📸 JAVIER SORIANO – AFP o licenciantes