El presidente tunecino, Kais Saied, nombró a un profesor de derecho para encabezar un comité asesor para redactar una nueva constitución para una “nueva república”, dijo la presidencia el viernes, excluyendo a los partidos políticos de la reestructuración del sistema político.
Saied ha consolidado su gobierno de un solo hombre desde que tomó el poder ejecutivo el verano pasado y disolvió el parlamento para gobernar por decreto en movimientos que sus enemigos llaman un golpe.
Desde entonces ha dicho que reemplazará la constitución democrática de 2014 con una nueva constitución a través de un referéndum el 25 de julio y tendrá nuevas elecciones parlamentarias en diciembre.
El comité encabezado por el profesor de derecho Sadok Belaid está integrado por decanos de Derecho y Ciencias Políticas. Debe presentar su informe el 20 de junio al presidente, según el Diario Oficial.
Paralelamente, se estableció otro comité, integrado por seis organizaciones nacionales, incluido el poderoso Sindicato de Trabajadores UGTT, para presentar propuestas de reformas. Este comité tampoco incluye ningún partido político.
En la primera reacción al nombramiento por parte del presidente de un órgano consultivo para preparar una nueva constitución y proponer reformas económicas y políticas, la UGTT dijo que rechaza las propuestas.
Los opositores de Saied lo acusan de intentar consolidar el gobierno de un solo hombre y sus acciones también han sido criticadas en el exterior. Rechaza las acusaciones y dice que no es un dictador y quiere cambiar Túnez tras “una década de ruina”.
Los países occidentales han instado a un diálogo en el que participen los sindicatos, los partidos políticos y la sociedad civil para devolver a Túnez un camino democrático para ayudarlo financieramente mientras el país sufre su peor crisis financiera.
La consolidación del poder de Saied se ha acelerado este año: reemplazó al máximo órgano judicial y amenazó con restringir a los grupos de la sociedad civil, dando a este hombre de 64 años un control casi total.
Este mes, Saied también nombró una nueva comisión electoral, tomando el control de uno de los últimos organismos independientes en el país del norte de África y poniendo en duda la integridad electoral.