La presidenta del parlamento de Sudáfrica está bajo control policial en medio de una investigación de corrupción en curso en su contra.
Nosiviwe Mapisa-Nqakula, de 67 años, se entregó a la Policía Central de Pretoria el viernes por la mañana y se espera que comparezca ante el tribunal hoy más tarde.
Esto se debe a su decisión de tomar una licencia especial debido a la “gravedad de la acusación” formulada en su contra.
Se la acusa de solicitar sobornos a cambio de adjudicar contratos cuando se desempeñaba como ministra de Defensa.
El periódico Sunday Times que la veterana política recibió al menos 120.000 dólares en sobornos de un contratista de defensa entre 2016 y 2019. El dinero supuestamente le fue entregado en efectivo en bolsas de regalo.
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No está claro si está arrestada o no.
Los medios locales informan que ha presentado documentos urgentes para impedir que las autoridades la detengan.
La emisora estatal SABC también informa que la señora Mapisa-Nqakula ha solicitado entregar su lista de oradoras.
Redada
A principios de esta semana, la casa de la señora Mapisa-Nqakula en Johannesburgo fue allanada por una unidad de policía de élite, que llevó a cabo una búsqueda de cinco horas.
Los informes dicen que confiscaron pruebas de la residencia del veterano legislador del partido gobernante Congreso Nacional Africano.
En un comunicado, la presidenta negó haber actuado mal y “reafirma que no tiene nada que ocultar”.
El partido opositor Alianza Democrática le ha pedido que dimita porque “no se le puede confiar este alto cargo”.