Las flores y los árboles florecen en el suntuoso jardín de Jan Brueghel el Viejo, donde los pavos reales y las civetas merodean por los terrenos mientras un niño arranca un pétalo de su tallo, inhalando la fragancia. Desde la pintura de El sentido del olfato en el siglo XVII, los espectadores decían que el aroma de la primavera se sugería con tanta fuerza que parecía emanar del lienzo.
Los investigadores identificaron en la pintura unas 80 plantas y flores, así como animales con un fuerte sentido del olfato, como el sabueso olfateador y el conejillo de Indias. También vieron varios objetos relacionados con la perfumería, incluidos guantes perfumados y recipientes para destilar esencias.
Gregorio Sola, perfumista senior de Puig y académico de la Academia del Perfume, recreó 10 aromas asociados con la increíble variedad. Los visitantes ya pueden degustar los perfumes de cuatro difusores en la Sala 83 del Prado.
En la muestra, los espectadores descubrirán un ramo de rosas, jazmín, azahar, higuera y guantes de cabritilla perfumados con ámbar gris, basados en una fórmula real de 1696. Y mientras el olor a cuy se dejaba sabiamente a la imaginación, el de Puig los difusores dispensan el fuerte almizcle de la civeta que yace enrollada en la parte inferior derecha del cuadro de Brueghel.
Esencia de civeta comúnmente utilizada en perfumes históricos dada su longevidad, sin embargo, “aquí no se ha dañado a ningún animal”, explicó Sola en un video publicado por el museo. En cambio, los perfumistas utilizaron bases sintéticas o esencias naturales de la más alta calidad.
El sentido del olfato es parte de una serie de obras sobre los cinco sentidos realizadas por Brueghel y su amigo, el pintor flamenco seminal Peter Paul Rubens, entre 1617 y 1618. Ruben representó los cinco sentidos como figuras femeninas alegóricas, mientras que Brueghel aportó los escenarios exuberantes.
Visión, por ejemplo, muestra el sentido alegorizado como una mujer joven que examina una pintura de Cristo restaurando la visión de un ciego. Ese cuadro dentro del cuadro aparece en una sala repleta de cuadros, instrumentos astronómicos y otras curiosidades llamativas.
En el video del Prado que acompaña a la exhibición, Vergara explicó que esperaba que la exhibición olfativa inspirara a los espectadores a buscar las otras obras de la serie.
“Cuando la gente viene a ver [this exhibition], van a abrir una ventana, una puerta, a una cultura diferente, también para mí en realidad. Entonces, este es un proceso de aprendizaje, que es una de las cosas más agradables de la vida”, dijo.