Preciosa playa italiana. Crédito: Pixabay.
Las famosas playas de Italia pronto podrían experimentar cambios significativos a medida que el país se prepara para abrir su lucrativo mercado de concesiones de playas a nuevos actores para 2027.
Esto es consecuencia de una prolongada disputa con la Unión Europea sobre las normas de transparencia y competencia. Este cambio podría afectar a todo, desde el precio del alquiler de una tumbona hasta quién gestiona los bares y restaurantes de la playa.
Durante casi dos décadas, Italia se ha resistido a las demandas de la UE de reformar su sistema de concesión de playas. El sistema actual permite que las licencias de playa (que a menudo pertenecen a empresas familiares durante generaciones) pasen de una a otra sin necesidad de licitación pública. Este sistema, aunque está profundamente arraigado en las tradiciones locales, ha suscitado recelos en Bruselas, donde la UE ha acusado a Italia de violar las leyes de competencia leal.
Finalmente, tras años de idas y venidas legales, un proyecto de ley propone que Italia abra sus contratos de playa a licitaciones públicas para junio de 2027. Esto significa que los negocios que gestionan las hermosas costas italianas, incluidos bares, restaurantes y alquileres de tumbonas, pronto podrían estar en manos de nuevos operadores. Para quienes gestionan estos negocios en la playa, el tiempo avanza.
¿Qué está cambiando en las playas de Italia?
El proyecto de ley actual establece que los negocios de playa que actualmente operan podrán mantener sus licencias hasta septiembre de 2027. Después de esa fecha, no se renovarán automáticamente. En cambio, cualquiera que desee dirigir un negocio de playa tendrá que presentar una solicitud a través de un proceso de licitación pública, lo que significa que más personas pueden competir por la oportunidad de gestionar estos negocios. El gobierno también planea introducir medidas de compensación para 2025, asegurando que los actuales titulares de concesiones reciban un reembolso por cualquier inversión que aún no hayan recuperado.
Sin embargo, todavía no se ha cerrado el trato. La reforma está provocando fricciones dentro de la coalición gobernante de Italia y, según fuentes políticas, es posible que se produzcan retrasos en su aprobación. Aunque la UE pidió por primera vez la reforma en 2006, los sucesivos gobiernos italianos han dado largas, reticentes a alterar un sistema que ha funcionado a favor de los operadores locales durante tanto tiempo.
El lado económico de las playas de Italia
Las playas italianas son mucho más que sol y arena: son un gran negocio. Un día de playa puede costar más de 30 € el alquiler de una tumbona y una sombrilla, un coste que ha suscitado debates tanto entre los locales como entre los visitantes.
Según un informe de la consultora Nomisma, los clubes de playa de Italia generaron el año pasado unos ingresos de 2.100 millones de euros. A pesar de ello, el gobierno recibió solo 102 millones de euros anuales por licencias de funcionamiento entre 2016 y 2020, según el Tribunal de Cuentas de Italia. Esta desconexión entre los ingresos generados y las tasas pagadas es un argumento clave para la reforma.
Los críticos, entre ellos economistas como Pietro Paganini, sostienen que los operadores de playas actuales han explotado su posición, pagando mucho menos de lo que deberían. Paganini explicó: “La competencia beneficiaría a todos, especialmente en un sector que técnicamente es terreno público pero que se utiliza casi gratis”. Este sentimiento es compartido por la Comisión Europea, que lleva años presionando a favor de un mercado más abierto y competitivo.
Protestas de operadores locales en las playas de Italia
Como era de esperar, la medida ha provocado protestas entre los administradores de las playas italianas. Muchos sostienen que el sistema actual mantiene bajos los costos para los bañistas y ayuda a preservar la cultura costera única de Italia. Temen que la apertura del mercado a empresas más grandes pueda llevar a precios más altos y a la pérdida de los negocios familiares tradicionales que han sido durante mucho tiempo un sello distintivo de las playas italianas.
En agosto de 2023, los administradores de playas de toda Italia retrasaron la apertura de sus instalaciones dos horas como forma de protesta contra los cambios propuestos. Les preocupa que las grandes cadenas impersonales puedan tomar el control, socavando el encanto y la autenticidad que han hecho que las playas de Italia sean tan queridas por turistas y lugareños por igual.
Para quienes visitan las playas de Italia, estos cambios podrían afectar tanto a su experiencia como a su bolsillo. Por un lado, la mayor competencia podría reducir los precios de servicios como el alquiler de tumbonas. Por otro lado, los negocios familiares locales que muchos han llegado a apreciar pueden ser reemplazados por operaciones corporativas más grandes.
Dicho esto, las playas de Italia seguirán ofreciendo el impresionante paisaje y el ambiente vibrante por los que son famosas. Ya sea un club de playa familiar o un recién llegado a la escena, el enfoque seguirá siendo proporcionar una gran experiencia para los millones de turistas que acuden a la costa cada año.