Los residentes de Beeston, una ciudad en Nottinghamshire, Inglaterra, están desconcertados por un misterio que dura un año.
Mensualmente aparecen platos de plátanos pelados al lado de la carretera.
Las placas se han dejado constantemente en la esquina de Abbey Road y Wensor Avenue, cerca de una iglesia local, el segundo día de cada mes.
Clare Short, una residente local, notó el patrón y colocó un cartel en el lugar, pidiéndole cortésmente al desconocido que dejara de dejar los plátanos. El cartel decía: “¡Por favor, respetuosamente, no más plátanos! Los platos sin recoger y los plátanos podridos dejan un gran desastre. Les deseo a todos un feliz año nuevo”. A pesar de esto, el 2 de enero apareció un plato fresco de plátanos.
Descubriendo el misterio
Short le dijo a la BBC que sus esfuerzos por descubrir el misterio habían sido infructuosos y que nadie en la comunidad podía explicar las entregas mensuales de plátanos. Las especulaciones de los lugareños van desde que los plátanos están destinados a ser alimento para la vida silvestre hasta posiblemente servir como ofrenda religiosa, dada su proximidad a la iglesia.
Si bien se desconoce la razón exacta, Short decidió evitar que la situación se agrave, diciendo que no quiere convertirla en un conflicto. En cambio, espera que la persona responsable se encargue de limpiar el desorden dejado. “Creo que es algo especial para [someone] Y les deseo lo mejor”, dijo, añadiendo que agradecería mucho que pusieran en orden después.