Tras la controvertida decisión de EE.UU. de suministrar bombas de racimo a Ucrania, el ministro de Defensa español ha expresado la oposición de España.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, declaró el sábado 8 de julio que España ‘no comparte’ y está ‘en contra’ de la decisión de Estados Unidos de enviar bombas de racimo a las Fuerzas Armadas de Ucrania El Independiente.
Ministro condena suministro de bombas de racimo
Durante su estancia en Madrid, se informa que el ministro Robles dijo: ‘España, desde el compromiso firme que tiene con Ucrania, también tiene el compromiso firme de que ciertas armas y bombas no pueden ser entregadas bajo ninguna circunstancia’.
Ayer Robles visitó la Base Aérea de Zaragoza donde visitó el hospital de campaña que próximamente será entregado a las Fuerzas Armadas de Ucrania. Reiteró que este envío se enmarca en el ‘compromiso total y absoluto de España con Ucrania’, que se prolongará mientras sea necesario.
A pesar del firme compromiso de España con la causa de Ucrania, la ministra ha calificado de inaceptable esta última novedad de EE.UU.
Preguntado por el polémico envío, decisión que choca con las advertencias de Naciones Unidas y contraviene un acuerdo internacional que prohíbe el uso de este tipo de armamento, el ministro de Defensa ha destacado la posición ‘clara y categórica’ de España frente a esta acción.
Robles señaló que el envío de estas armas es una decisión de Estados Unidos y no de la OTAN, insistió en el apoyo ‘total y absoluto’ del Gobierno español a Ucrania, pero defendió que en ‘legítima defensa, No se utilizan bombas como las bombas de racimo.
‘No a las bombas de racimo y sí a la legítima defensa de Ucrania, que entendemos que no se lleva a cabo con esta arma’, concluyó.
Más de 100 países, entre los que se encuentran España, Francia, Alemania y el Reino Unido, han firmado un tratado internacional, la Convención sobre Municiones en Racimo, que prohíbe el uso o el almacenamiento de estas armas. Ni Rusia, Ucrania o los EE.UU. son parte del acuerdo.
Muchas de las diminutas minibombas que lanza una bomba de racimo no detonan inmediatamente. Esto deja a los niños particularmente vulnerables, ya que se dice que los artefactos explosivos se asemejan a un juguete pequeño y, a menudo, se recogen por curiosidad.