El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei, respaldó el progreso de las conversaciones con los Estados Unidos mientras hablaba con funcionarios de alto rango en Teherán el martes, pero se mantuvo escéptico sobre su éxito.
«No deberíamos ser demasiado optimistas sobre este diálogo, ni demasiado pesimista», dijo Khamenei, de 85 años.
«Los primeros pasos se han tomado bien y ejecutados correctamente. A partir de aquí, el proceso debe seguirse cuidadosamente», agregó.
Hizo hincapié en que «las líneas rojas son claras, tanto para el otro lado como para nosotros. Podemos o no alcanzar un resultado, pero de cualquier manera, vale la pena perseguirlo».
También instó a los funcionarios «no empatar los asuntos del país» a las conversaciones, que están programadas para tener una segunda ronda el sábado.
«Por supuesto, no confiamos plenamente en ellos, sabemos con quién estamos tratando», agregó Khamenei.
«Pero somos optimistas sobre nuestras propias capacidades».
Mientras tanto, el enviado especial de EE. UU. Steve Witkoff ha declarado que las próximas conversaciones entre Estados Unidos-Irán se centrarán en la verificación del enriquecimiento de uranio y el desarrollo de armas.
En declaraciones a los medios de comunicación de EE. UU., Witkoff explicó: «La conversación con los iraníes tendrá mucho sobre dos puntos críticos. Un enriquecimiento, como usted mencionó. No necesitan enriquecer más del 3.67%. En algunas circunstancias, tienen un 60%y otras circunstancias del 20%».
«Entonces, esto se tratará de verificación en el programa de enriquecimiento y luego, en última instancia, la verificación de la armas. Eso incluye misiles, el tipo de misiles que han almacenado allí. E incluye el desencadenante de una bomba».
Witkoff continuó enfatizando la importancia de esta verificación, haciéndose eco de los sentimientos del presidente Trump de que si las conversaciones no son positivas, se tendrían que encontrar soluciones ‘alternativas’.
«Vamos a tener que tener una verificación muy ajustada, no ha habido mucha verificación en los últimos, varios años antes de nuestra administración», dijo.
«Eso tiene que cambiar. Y si cambia, tendremos la base de conversaciones positivas. Y si no cambia, tendremos que buscar alternativas que no serán buenas para nadie».
Todavía hay incertidumbre sobre la ubicación de las conversaciones de este fin de semana, ya que los funcionarios inicialmente sugirieron que Roma organizaría las negociaciones, solo para que Irán anuncie temprano el martes que regresarían a Omán.
La importancia de estas conversaciones es inmensa, ya que los dos países se acercan a casi cincuenta años de hostilidad.
El presidente Trump ha amenazado constantemente los ataques aéreos en las instalaciones nucleares de Irán si no se llega a un acuerdo.
Mientras tanto, los funcionarios iraníes están señalando cada vez más que podrían perseguir armas nucleares, citando su creciente arsenal de uranio enriquecido a niveles cercanos de grado de armas.