El juicio del denunciante de las revelaciones de ‘Football Leaks’, un portugués de 34 años acusado de piratería informática e intento de extorsión, concluyó el lunes en Lisboa y el tribunal emitirá su veredicto el 28 de abril.
«Soy plenamente consciente de haber cometido ilegalidades», dijo el acusado Rui Pinto a los jueces al final de la audiencia de un juicio que se abrió hace más de dos años.
Los documentos desvelados por «Football Leaks» de finales de 2015 han sacado a la luz dudosas prácticas comerciales del fútbol que involucran a jugadores y clubes famosos, lo que ha dado lugar a ajustes fiscales y la apertura de procedimientos judiciales en varios países europeos.
Pinto estaba siendo juzgado por 89 delitos de piratería, que presuntamente cometió contra el fondo de inversión Doyen Sports, Sporting Lisboa, la Federación Portuguesa de Fútbol, un estudio de abogados y magistrados de la Fiscalía General de la República.
También fue juzgado por intento de extorsión.
La acusación argumentó que Pinto intentó chantajear a Nelio Lucas, el jefe de Doyen, con sede en Malta y controlada por una familia de oligarcas kazajo-turcos, exigiéndole entre 500.000 y un millón de euros para que dejara de publicar documentos comprometedores en Internet.
Luego filtró documentos en 2015. Se publicaron en Der Spiegel de Alemania y otros medios europeos y provocaron investigaciones criminales en países como Gran Bretaña y Francia.
«No hay duda de que es un denunciante» y no «un delincuente informático», alegó este lunes su abogado Francisco Teixeira da Mota, quien subrayó que su cliente «nunca había ganado un centavo» con su actividad.
Pinto confesó haber pirateado y lamentó su comportamiento hacia Doyen Sports, lo que llevó a su abogado a decir: «No iba a pedir la absolución, no tendría sentido. Una sentencia de prisión suspendida sería suficiente».
El fiscal, que no reconoció su condición de denunciante, pide una condena sin precisar si debe recibir una pena privativa de libertad.
Pinto pasó más de un año en prisión preventiva luego de su arresto en Hungría en enero de 2019 antes de aceptar cooperar con las autoridades en otros casos, convirtiéndose en acusado y testigo protegido.
Pinto también estuvo detrás del «Luanda Leaks», publicado en enero de 2020 acusando a la empresaria angoleña Isabel dos Santos, hija del expresidente José Eduardo dos Santos, de acumular de manera fraudulenta una fortuna estimada en casi 2 mil millones de euros.
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