En un comunicado, el Sr. Guterres anunció que presentó una carta al Consejo que contiene opciones para mejorar el apoyo de seguridad a Haití. La medida del jefe de la ONU se produce una semana después de que el primer ministro haitiano, Ariel Henry, enviara una solicitud a la comunidad internacional para que una “fuerza armada especializada” interviniera en un país que efectivamente se ha paralizado.
En un comunicado emitido el sábado, el Departamento de Estado del Gobierno de EE. UU. dijo que estaba revisando la solicitud del Gobierno de Haití, en coordinación con socios internacionales, para “determinar cómo podemos aumentar nuestro apoyo para ayudar a abordar la escasez de combustible y las restricciones de seguridad de Haití”. Sin embargo, hasta el momento no se ha especificado la composición de dicha fuerza armada y ningún Estado miembro de la ONU se ha comprometido a enviar tropas.
El mes pasado, las pandillas bloquearon la terminal de combustible de Verreux, el principal puerto de combustible de Haití, lo que provocó una gran escasez de gasolina y diésel y provocó el cierre de negocios y hospitales.
Los suministros de agua potable también se han visto afectados, en un momento en que los haitianos enfrentan un brote de cólera, luego de tres años sin ningún caso. El brote llevó a Martin Griffiths, jefe de ayuda humanitaria de la ONU, a llamar el sabado para la financiación de asistencia de emergencia para salvar vidas, y advierten que, si la propagación de la enfermedad no se controla, podría conducir a “niveles catastróficos de desesperación para el pueblo de Haití”.
En su declaración, el Secretario General de la ONU imploró a los haitianos que “superen sus diferencias y participen, sin más demora, en un diálogo pacífico e inclusivo sobre un camino constructivo a seguir”.
El Sr. Guterres prometió que las Naciones Unidas respaldan al pueblo de Haití y que “apoyará los esfuerzos para generar consenso, reducir la violencia y promover la estabilidad en el país”.