Anteriormente, el aborto sólo era posible en caso de embarazo fruto de violación o incesto o en situación de extremo peligro para la salud de la mujer embarazada.
El gobierno polaco ha anunciado nuevas directrices destinadas a facilitar el acceso seguro al aborto, reafirmando la legalidad de un procedimiento altamente divisivo.
Según la ley actual, los abortos por razones de salud están permitidos, pero el gobierno conservador anterior limitó algunas otras circunstancias que lo califican.
Esto provocó protestas masivas en las calles y aumentó la renuencia de los médicos a exponerse a un posible procesamiento.
El actual gobierno del primer ministro Donald Tusk prometió liberalizar la ley para permitir el aborto hasta la semana 12 del embarazo, pero esa propuesta no logró reunir el apoyo necesario en el parlamento.
«Estamos buscando formas de actuar, de acuerdo con la ley, que permitan el acceso al aborto legal a las mujeres que, por diversas razones, deberían tener derecho a este aborto», dijo Tusk.
Las directrices publicadas el viernes por el Ministerio de Salud dicen que la recomendación de un médico especialista, incluido un cardiólogo, endocrinólogo o psiquiatra, es base suficiente para que una mujer obtenga un aborto legal en el hospital, y el médico que realiza el procedimiento no debería ser responsable de un proceso penal.
Anteriormente, el aborto sólo era posible en caso de embarazo fruto de abuso sexual o en situación de extremo peligro para la salud de la mujer embarazada.
Estas estrictas regulaciones provocaron numerosas muertes en todo el país después de que los médicos se negaran a realizar abortos por miedo a ser castigados con penas de prisión.
Los médicos o personas que ayuden a practicar un aborto pueden enfrentarse a una pena de hasta tres años de prisión. La mujer no será procesada.
La ministra de Salud, Izabela Leszczyna, explicó que actualmente la mayoría de los médicos y hospitales no respetan las normas que permiten el aborto temprano basándose en la opinión de un médico y a menudo buscan otras opiniones cuando el tiempo se acaba.
“La mujer embarazada que acuda a una entidad médica que tenga convenio con la Caja Nacional de Salud con referencia médica de que el embarazo representa un riesgo para su salud, debe recibir el servicio médico de aborto en esta entidad”, indicó.
Los hospitales que se nieguen a realizar un aborto a una mujer con remisión médica podrían recibir una multa de hasta 500.000 zlotys (unos 115.000 euros) o perder su contrato con el Fondo Nacional de Salud.
En 2020, un tribunal controlado por el anterior gobierno de derecha abolió una disposición que permitía la interrupción del embarazo debido a defectos graves e irreparables del feto.
Esa decisión provocó protestas en todo el país.