El futuro de Orlen es incierto. Crédito: Shutterstock, fotógrafo canónico.
La empresa estatal polaca Orlen reveló recientemente una caída dramática en sus ganancias, reportando un ingreso neto de 188 millones de zlotys (43,3 millones de euros) para el tercer trimestre de 2024, una asombrosa disminución interanual del 96 por ciento.
El anuncio ha provocado importantes críticas, especialmente por parte de miembros de la oposición del partido polaco Ley y Justicia (PiS), que afirman que la nueva dirección de Orlen está manejando mal la empresa.
El ex director general de Orlen critica la nueva dirección
Daniel Obajtek, ex director general de Orlen durante el gobierno del PiS, criticó públicamente los resultados de la empresa, calificándolos de «desastrosos» y acusando a la dirección actual de «meter la pata». En respuesta, Orlen defendió su posición financiera, citando condiciones económicas difíciles, incluida una reducción del 65 por ciento en los márgenes de refinación y una apreciación del zloty frente al dólar estadounidense.
El nuevo director general de Orlen, Ireneusz Fąfara, explicó: «A pesar de las difíciles condiciones del mercado, obtuvimos resultados financieros comparables a los del año pasado».
Ingresos y desempeño del mercado de Orlen
Los ingresos de Orlen en el tercer trimestre ascendieron a 67,9 mil millones de eslotis (15,6 mil millones de euros), frente a 75,9 mil millones (17,5 mil millones de euros) en el mismo período del año pasado. Aunque los resultados fueron aleccionadores, el precio de las acciones de Orlen subió más de un 3 por ciento el jueves por la mañana.
Orlen también anunció una posible reducción de 5.000 millones de zlotys (1.150 millones de euros) en el gasto en proyectos de capital para este año. Magdalena Bartoś, vicepresidenta financiera de Orlen, destacó la importancia de la empresa en el control de costes, lo que los inversores valoraron positivamente. De cara al futuro, Orlen decidirá el 10 de diciembre si continúa o paraliza su mayor proyecto: la planta petroquímica Olefin III en Płock. El coste del proyecto se ha disparado desde una estimación inicial de 8.300 millones de zlotys (1.910 millones de euros) en 2018 a 51.000 millones de zlotys (11.750 millones de euros), lo que ha generado preocupaciones sobre su viabilidad.
La caída de las ganancias y la reacción política hacen que el futuro de Orlen sea incierto, especialmente para las partes interesadas que monitorean el sector energético de Polonia.
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