TOKIO, Japón: El fabricante de automóviles japonés Nissan ha anunciado una importante reestructuración, incluida una reducción global de 9.000 puestos de trabajo, mientras lidia con la caída de las ventas de vehículos y el aumento de los costos.
Los recortes representan alrededor del seis por ciento de la fuerza laboral de más de 133.000 empleados de Nissan y se producen cuando la compañía apunta a reducir la capacidad de producción global en un 20 por ciento.
La decisión se produce tras un difícil trimestre fiscal que finalizó en septiembre, durante el cual Nissan registró una pérdida de 9.300 millones de yenes (60 millones de dólares), un marcado contraste con sus ganancias de 190.700 millones de yenes en el mismo período del año pasado. Las ventas cayeron a 2,9 billones de yenes (19.000 millones de dólares) desde 3,1 billones de yenes.
El director ejecutivo de Nissan, Makoto Uchida, quien prometió aceptar un recorte salarial del 50 por ciento, reconoció la incapacidad de la compañía para adaptarse rápidamente a los cambios del mercado global, incluyendo las preferencias cambiantes de los consumidores y los mayores costos de las materias primas. Prometió un Nissan «más ágil y resistente» mientras la compañía intenta dar un giro.
El desempeño de las ventas de Nissan en el mercado estadounidense, donde tuvo dificultades para competir con actores dominantes como Ford, Toyota y Tesla, fue un factor importante en su declive. Uchida se negó a especificar las regiones afectadas por los recortes de empleo, pero indicó que todos los aspectos de las operaciones de Nissan estarían bajo revisión.
Para el primer semestre fiscal, Nissan reportó ingresos por ventas de 5,98 billones de yenes (39 mil millones de dólares), un 1 por ciento menos que el año anterior. Sus ganancias para el período se desplomaron a 19.200 millones de yenes (124 millones de dólares) desde 296.200 millones de yenes un año antes.
De cara al futuro, Nissan redujo su pronóstico de ingresos anuales a 12,7 billones de yenes (82 mil millones de dólares) desde una proyección anterior de 14 billones de yenes (91 mil millones de dólares). La compañía ahora espera vender 3,4 millones de vehículos para el final del año fiscal en marzo de 2025, ligeramente por debajo de su previsión anterior de 3,65 millones.
En respuesta a su tensión financiera, Nissan suspendió los pagos de dividendos y nombró a un director de desempeño para supervisar los esfuerzos de reestructuración a partir del próximo mes.