Teniendo en cuenta datos previos al nacimiento, un estudio de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) analiza una novedosa forma de analizar los efectos físicos y mentales que los embarazos no deseados tienen en las madres
Un estudio de Anna Barbuscia concluye que el empeoramiento de la salud general de la mujer tras el parto es más pronunciado en los casos en los que el embarazo no es planeado. El estudio ha hecho una contribución significativa a la literatura científica al abordar el tema de una manera inusual. Al analizar datos pre y posnatales, obtuvo resultados más concluyentes que los extraídos de otras investigaciones retrospectivas.
El estudio es publicado en el diario Ciencias Sociales y Medicina.
Aunque el número de embarazos no planificados ha disminuido en las últimas décadas, se estima que hoy en día el porcentaje de esos embarazos no supera el 23% a nivel mundial. Y las cifras son similares en países donde el uso de anticonceptivos es elevado. Así lo demuestra el estudio de la UPV/EHU que, tras analizar datos de más de 11.500 madres francesas, reveló que el 20% había tenido un embarazo no deseado.
Pero más allá de averiguar el porcentaje, Barbuscia, investigadora de Ikerbasque, se propuso analizar los efectos físicos y mentales de los embarazos no planificados en las mujeres: «Los resultados muestran que, aunque todas las madres experimentan un deterioro de la salud después del parto, el deterioro es mucho más pronunciado en casos en los que no hubo intención de tener hijos.»
La investigación ha permitido comprobar que entre las madres que habían tenido embarazos no planificados, los efectos sobre la salud varían según la edad. Los resultados muestran que durante los dos primeros años después del parto, las mujeres menores de 30 años sufren un descenso más pronunciado que las mujeres mayores.
«Nuestra interpretación es que los embarazos inesperados pueden ser más desestabilizadores para las mujeres más jóvenes porque su situación emocional y laboral tiende a ser más precaria: algunas estudian, otras no tienen un trabajo estable, etc. Sin embargo, la perspectiva a largo plazo revela que, gracias a su mejor salud inicial, se recuperan más fácilmente que aquellas que se convierten en madres después de los 30 años», explica Barbuscia, miembro del grupo de investigación OPIK de la UPV/EHU.
Por otro lado, dentro de los embarazos no planificados, el estudio distingue entre embarazos no deseados y aquellos que se producen antes de tiempo. Como explicó Barbuscia, «no es lo mismo no querer tener descendencia o no querer tener más hijos que planear concebir en el futuro y que esto suceda antes de lo previsto». Su trabajo analizó los dos tipos de embarazo por separado y encontró que los embarazos no deseados aumentan el impacto negativo en el bienestar de las madres.
Por último, cabe destacar que todos los datos anteriores se refieren a la salud general, abarcando tanto el aspecto físico como el psicológico. Sin embargo, la investigación también analizó los efectos específicos sobre la salud mental y reveló datos inesperados.
«Al contrario de nuestra hipótesis, hemos descubierto que el riesgo de sufrir síntomas depresivos después del parto no es mayor en las mujeres con embarazos no planificados. Antes de dar a luz son más propensas a sufrir efectos psicológicos, pero después del parto los niveles no son más pronunciados que en las madres cuyo Habían planeado embarazos», explicó Barbuscia.
El método longitudinal, la clave para obtener resultados concluyentes
Aunque existían muchas investigaciones que ya habían estudiado las consecuencias de los embarazos no planificados, la aportación de la investigación de la UPV/EHU fue significativa. Los resultados obtenidos son más concluyentes porque el análisis se realizó de forma longitudinal. Es decir, los datos se recogieron y examinaron a lo largo del tiempo y no sólo a posteriori, como se ha hecho tradicionalmente.
«El hecho de que antes y después de dar a luz las mujeres que participaron en nuestra investigación respondieran cuestionarios sobre su salud y sus intenciones de quedar embarazadas, hace que los resultados se ajusten más a la realidad. Preguntar sólo después del nacimiento aumenta el riesgo de que las madres revisen su información inicial planes», dijo Barbuscia.
El autor también destacó que el diseño longitudinal permitió comprobar si el deterioro de la salud de las madres se debía realmente al hecho específico de que el embarazo había sido planificado o no, excluyendo así el efecto de otros factores socioeconómicos.
«En estudios anteriores no había forma de determinar si cuestiones como la familia o la situación laboral habían sido diferentes antes y después del nacimiento. Por lo tanto, no fue posible tener en cuenta los cambios en la salud», concluyó.
Más información:
Anna Barbuscia et al, Nacimientos no planificados y sus efectos en la salud materna: hallazgos de la cohorte Constances, Ciencias Sociales y Medicina (2024). DOI: 10.1016/j.socscimed.2024.117350
Citación: Se descubrió que el deterioro de la salud después del parto era mayor en mujeres cuyos embarazos no fueron planificados (29 de noviembre de 2024), obtenido el 1 de diciembre de 2024 de https://medicalxpress.com/news/2024-11-health-decline-childbirth-greater-women. HTML
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