Cristina Duarte, la secretaria general Asesor Especial sobre Áfricainformó a los embajadores durante un debate para examinar el desarrollo de capacidades para mantener la paz en el continente y explorar el camino a seguir.
Destacó cómo los esfuerzos de los países africanos para prevenir y abordar la violencia se ven socavados por factores externos, como la competencia por los recursos naturales, que alimenta los conflictos, y la creciente presencia de redes terroristas globales que se están afianzando en algunas regiones.
Estos esfuerzos también se ven frustrados por factores internos, incluida la discriminación en la prestación de servicios públicos, la corrupción y los procesos de planificación y presupuestación no inclusivos. Además, en áreas donde el Estado está ausente, la prestación de servicios está a cargo de actores no estatales, como grupos criminales y terroristas.
Hacer de la inversión la piedra angular
La Sra. Duarte subrayó que la política y el financiamiento son los principales desafíos para el desarrollo de capacidades y ofreció recomendaciones sobre el camino a seguir.
“Invertir en infraestructura institucional es fundamental para construir capacidades para abordar las causas internas de la violencia. Las instituciones tienen el poder de catalizar soluciones holísticas. Por lo tanto, el desarrollo de la capacidad institucional debe ser la piedra angular de los esfuerzos para lograr una paz sostenible”, dijo.
Mientras tanto, la cooperación técnica para crear capacidad normativa e institucional debe ser una prioridad en todas las situaciones de conflicto.
La Sra. Duarte dijo que esto requiere una mayor cooperación y coordinación entre las diferentes áreas de trabajo de la ONU. Al mismo tiempo, las deliberaciones sobre temas de paz y seguridad deben basarse en análisis de las condiciones socioeconómicas y la capacidad institucional de los países.
El Asesor Especial para África también pidió la acción de las misiones de mantenimiento de la paz, que llegan a zonas donde no hay presencia estatal.
“Una cooperación más estrecha con las autoridades nacionales y locales, no solo desde la perspectiva de la seguridad sino también desde la perspectiva del desarrollo institucional, podría crear oportunidades para aumentar la presencia del Estado y mejorar la prestación de servicios, evitando brechas que puedan ser aprovechadas por grupos terroristas. y actores no estatales”, dijo.
Alimentando el futuro
En relación con esto, señaló el poder de los programas de alimentación escolar, describiéndolos como “un ejemplo de un servicio público con un gran potencial para contribuir a la paz y la estabilidad a largo plazo”.
Aunque principalmente son un medio para abordar problemas como el bajo nivel educativo, la desnutrición y la inseguridad alimentaria en general, estos programas también promueven las economías locales y el empoderamiento de las mujeres, entre otros beneficios, incluida la reducción del riesgo de reclutamiento de niños en grupos terroristas.
“La alimentación escolar es, en general, una forma rentable de fortalecer la confianza en las instituciones públicas a través de la prestación de servicios básicos”, dijo la Sra. Duarte, y agregó que su Oficina ha lanzado una iniciativa llamada ‘Un bolígrafo por un arma’. para mostrar el papel que estos programas tienen en la promoción de la cohesión social y la paz en África.
Mayor colaboración
La ONU y la Unión Africana (UA) son socios en el continente. Su colaboración debe intensificarse, dijo en sus declaraciones el Comisionado de Asuntos Políticos, Paz y Seguridad de la UA.
El embajador Bankole Adeoye señaló que la asociación en el mantenimiento y la consolidación de la paz está “bien articulada y apreciada”, pero debe avanzar para desarrollar la capacidad en la aplicación de la paz para derrotar el terrorismo y el extremismo violento.
Hizo hincapié en la necesidad de un liderazgo transformador conjunto entre la ONU Consejo de Seguridad y el propio Consejo de Paz y Seguridad de la UA.
“Para África, la atención se centrará en la creación de capacidad integrada para las operaciones de imposición de la paz tanto desde el enfoque militar como desde el de toda la sociedad”, dijo. “También es igualmente importante que trabajemos para desbloquear los desafíos financieros asociados con las operaciones de paz”.
La inclusión es clave
El Consejo también escuchó al jefe de la Comisión de Consolidación de la Paz (PBC) de la ONU, que ha apoyado iniciativas de creación de capacidad en países africanos.
Muhammad Abdul Muhith, presidente del PBC, compartió observaciones de las lecciones aprendidas en lugares como la República Centroafricana, Liberia y Burundi, abordando temas que incluyen la igualdad de género y el empoderamiento de los jóvenes.
Si bien mejorar el desarrollo de capacidades para mantener la paz es un proceso complejo y las medidas deben adaptarse a las condiciones específicas del país y la región, enfatizó que la inclusión es clave.
“En vista de esto, la Comisión de Consolidación de la Paz enfatiza la importancia de garantizar que las mujeres, los jóvenes y quienes se encuentran en situaciones vulnerables sean incluidos en los esfuerzos para desarrollar capacidades a nivel local, nacional y regional”, dijo.
“La Comisión también enfatiza que la sociedad civil puede desempeñar un papel importante en el avance de los esfuerzos para construir y mantener la paz”.