El ejército estadounidense dijo el miércoles que pospondrá un lanzamiento de prueba programado de un misil balístico intercontinental Minuteman III, en un intento por reducir las crecientes tensiones después de que Rusia anunciara que pondría a sus fuerzas nucleares en alerta máxima.
El anuncio del fin de semana del presidente ruso, Vladimir Putin, sobre la postura de alerta intensificada avivó los temores de que la invasión rusa de Ucrania podría conducir a una escalada nuclear, y algunos funcionarios europeos lo vieron como una amenaza velada para Occidente.
El ministro de Relaciones Exteriores de Putin, Sergei Lavrov, fue citado el miércoles advirtiendo que una Tercera Guerra Mundial sería un conflicto nuclear, comentarios que se sumaron a la creciente inquietud.
El Pentágono condenó enérgicamente la retórica rusa en torno al armamento más destructivo del mundo y dijo que esperaba que su decisión de retrasar su prueba ICBM sirviera de ejemplo para Moscú.
“Reconocemos, en este momento de tensión, cuán crítico es que tanto Estados Unidos como Rusia tengan en cuenta el riesgo de un error de cálculo y tomen medidas para reducir esos riesgos”, dijo el portavoz del Pentágono, John Kirby.
Dijo que la decisión de retrasar la prueba estaba destinada a “demostrar que no tenemos intención de participar en ninguna acción que pueda malinterpretarse o malinterpretarse”.
“No tomamos esta decisión a la ligera, sino para demostrar que somos una potencia nuclear responsable”.
El Minuteman III con capacidad nuclear es una parte clave del arsenal estratégico del ejército estadounidense y tiene un alcance de más de 9 660 km y puede viajar a una velocidad de aproximadamente 24 000 km/h.
Los misiles se dispersan en silos subterráneos endurecidos operados por equipos de lanzamiento.
El senador estadounidense Jim Inhofe, el principal republicano en el Comité de Servicios Armados del Senado, dijo que estaba decepcionado por la demora y agregó que la prueba era fundamental para garantizar que la disuasión nuclear de Estados Unidos siguiera siendo efectiva. El Pentágono dijo que la demora no tendría impacto.
El Ministerio de Defensa de Rusia dijo el lunes que sus fuerzas de misiles nucleares y las flotas del Norte y del Pacífico habían sido puestas en servicio de combate mejorado, en línea con una orden del día anterior de Putin.
Pavel Podvig, investigador principal del Instituto de las Naciones Unidas para la Investigación del Desarme en Ginebra, dijo en Twitter que la orden podría haber activado el sistema de comando y control nuclear de Rusia, esencialmente abriendo canales de comunicación para cualquier orden de lanzamiento final.
Alternativamente, dijo que podría significar que los rusos agregaron personal a sus instalaciones nucleares.
Aún así, la administración Biden no ha confirmado ninguna acción concreta por parte de las fuerzas nucleares de Rusia luego del anuncio, incluida la posibilidad de sacar las ojivas del almacenamiento o redesplegar al personal de la fuerza nuclear.
El presidente Joe Biden dijo el lunes que los estadounidenses no deberían preocuparse por una guerra nuclear y el secretario de Estado, Antony Blinken, dijo el miércoles que su administración se sentía cómoda con la postura de defensa de Estados Unidos.
Kirby se hizo eco de esos comentarios.
“Seguimos confiando en nuestra postura estratégica… y nuestra capacidad para defender la patria y nuestros aliados y socios permanece intacta y lista”, dijo Kirby.