Ecuador inició una investigación sobre la matanza de cuatro tortugas gigantes de las islas Galápagos, que los fiscales temen que fueran cazadas y comidas.
Los restos de los reptiles fueron encontrados en un parque nacional en Isabela, la isla más grande de Galápagos.
Matar animales en peligro de extinción está prohibido desde 1933, pero más de una docena han sido cazados en los últimos dos años.
La carne de tortuga alguna vez se consideró un manjar, pero quienes las cazan ahora enfrentan hasta tres años de cárcel.
En septiembre de 2021, los guardaparques encontraron los restos de 15 tortugas gigantes de Sierra Negra en Isabela.
Las fotos de sus caparazones vacíos se compartieron ampliamente en las redes sociales y causaron indignación en Ecuador, del cual forman parte las Islas Galápagos, y más allá.
La evidencia reunida en ese momento sugería que los 15 habían sido cazados por su carne.
El reciente descubrimiento de restos de cuatro animales más ha reavivado los temores de que la práctica continúe a pesar de la prohibición total de caza.
Los expertos realizarán autopsias a los restos y una unidad especializada en delitos ambientales está recogiendo testimonios de los agentes del parque nacional.
Las tortugas gigantes de Galápagos tienen una vida útil de más de 100 años y son sinónimo de Charles Darwin, quien fue pionero en la teoría de la evolución al estudiarlas.
El barco en el que navegó Darwin, el Beagle, se llevó 30 tortugas vivas en su largo viaje desde las Galápagos hasta la Polinesia. La mayoría de ellos fueron devorados por la tripulación.
Actualmente hay alrededor de 15.000 tortugas gigantes en el mundo, en comparación con las 200.000 del siglo XIX.