A mitad de camino DREAMDROPDRAGONAKAI SOLO da un paseo por la salud mental. El rapero de Brooklyn pasea por un parque del barrio en “Post Dark”, mantenido despierto por una mente hiperactiva. Mientras deambula, su cerebro se desenrolla como una cuerda que se afloja, y a cada nuevo sentimiento se le presta un momento de atención antes de desaparecer con la brisa nocturna. Las consecuencias de una pelea reciente con una pareja y lo absurdo de la muerte cobran gran importancia, el tipo de “pensamientos pútridos” que surgen de estar atrapado en una rutina. Inevitablemente, las preguntas se vuelven existenciales: ¿Están sus comportamientos predestinados? ¿Sería diferente si su padre hubiera estado presente? Siempre hay demasiado que procesar (y no hay garantía de una respuesta), pero un porro en la tranquila oscuridad al menos puede ayudar a organizar el desorden en su cabeza. “En noches como ésta”, suspira, “la cuna es una jaula”.
El trabajo de AKAI siempre ha estado impregnado de la búsqueda del autodescubrimiento, con álbumes como Espíritu vagando y Viaja solo, vuela juntos presentando meditaciones crudas sobre la resiliencia. No tiene una filosofía singular; en cambio, busca conocimiento de todas las fuentes que puede encontrar, aferrándose a las partes que más resuenan con él, incluso si eso incluye algunas voces inesperadas. Caso en cuestión: AKAI refuerza los temas de 2023 Verticalidad//Singularidad con fragmentos de la activista feminista y teórica bell hooks hablando sobre la búsqueda de la alegría y el amor. Por el contrario, las muestras vocales salpicadas entre pistas en DREAMDROPDRAGON presenta un análisis de los sueños freudianos realizado por el controvertido psicólogo canadiense de derecha Jordan Peterson. Seguir los exámenes esotéricos de AKAI puede resultar difícil, ya que exige el tipo de escucha atenta que es difícil de programar en nuestra era moderna. Aún así, las recompensas son grandes; las gemas que entierra en cada verso bien valen el esfuerzo que se necesita para excavarlas.
Si los discos anteriores de AKAI trataban sobre luchas y sus lecciones posteriores, DREAMDROPDRAGON documenta la confusión o frustración que persiste una vez que te das cuenta de que realmente has sobrevivido. Está sintetizando las pepitas de sabiduría recopiladas a lo largo de los años, apreciando (o al menos reconociendo) que las claves para vivir la propia verdad a veces se contradicen entre sí. “No todos podemos ser reyes; algunos de nosotros tenemos que ser tontos/toco bien ambos, así que puedo elegir”, rapea sobre el polvoriento loop bouzouki de “Paint Smear”. Tiene momentos de claridad cristalina y cósmica, como en “Endless”, cuando se lamenta de una actitud nihilista común: “Imagínate que te engañan haciéndote pensar que tus acciones no importan”. Pero luego, da marcha atrás y dice: “Quiero que sientas mi hastío”. Para AKAI, sentirse oprimido y mantener la fe no son mutuamente excluyentes; Es crucial probar su zona de confort y ver dónde cede.