Dos lechos de tumbas tallados en piedra saqueados valorados en $ 3.5 millones fueron repatriados a China, anunció la Oficina del Fiscal de Distrito de Manhattan a principios de esta semana en comunicado de prensa.
Los dos artefactos se encontraban entre el total de 89 antigüedades incautadas de la colección del miembro de la junta del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, Shelby White, luego de una investigación criminal. Los objetos, que pesan más de 1,000 libras, habían sido prestados al museo desde 1998. Uno estaba en exhibición, mientras que el otro estaba en un área de almacenamiento.
“Es una pena que estas dos increíbles antigüedades hayan sido robadas y al menos una haya permanecido en gran medida oculta a la vista del público durante casi tres décadas”, dijo el fiscal de distrito de Manhattan, Alvin L. Bragg, Jr. en un comunicado. “El increíble detalle y la belleza de estas piezas nunca pueden ser realmente capturados por una etiqueta de precio”.
Las tallas de las tumbas representan escenas religiosas de Zoroastro, como buenos demonios triunfando sobre los diablos, perros guardianes y cuidadores enmascarados vestidos con capas de plumas con patas de pájaro.
En su investigación, la Unidad de Tráfico de Antigüedades del DA determinó que los artefactos fueron saqueados y sacados de contrabando de China a principios del siglo XX. Fueron cortados con sierras de una plataforma funeraria del siglo VII por saqueadores y luego vendidos a White.
Las 89 obras incautadas por las autoridades de la colección de White procedían de 10 países diferentes y están valoradas en casi 69 millones de dólares. Esta no es la primera vez que las autoridades incautan obras de la colección de White.
Los lechos de piedra de las tumbas fueron presentados en una ceremonia de repatriación al consulado chino en Nueva York el martes. Se espera que sean transferidos a la administración del patrimonio cultural de China.
“Los bienes culturales encarnan la sabiduría y la creatividad humanas. Son el nexo entre el pasado y el presente”, remarcó cónsul general Huang Ping en un comunicado. “También son un puente importante que conecta diferentes países y culturas. Por eso consideramos la represión de los delitos contra los bienes culturales una misión sagrada”.