Fuera apenas unos meses después Confianza y, en un recordatorio de su productividad, siete meses antes Dormitorio imperial, Casi azul Fue el primer intento de Costello de demoler media década de fuertes andanadas. La rareza es el punto. Un álbum de covers de country, de Elvis Costello, producido por el miembro del Salón de la Fama de la Música Country Billy Sherrill. Costello merece crédito por presentar a George Jones y Hank Williams a fanáticos del rock incrédulos, incluso si sus opiniones sobre Merle Haggard y abuela parsons son las únicas pistas que vale la pena volver a visitar; en el primero, encuentra una humildad informal que combina bien con la modestia en la que confió en su material anterior cuando necesitaba una vía de escape.
El primer lado de Dormitorio imperial prometió una ruptura definitiva con el patrón de tenencia. Mientras Costello susurra pronunciamientos pesimistas como: «Esta batalla con la botella no es nada tan novedoso» y, en un guiño a El único éxito americano de Lowe’s“¿Tienes que ser tan cruel para ser insensible?”, el bajo de Bruce late como una arteria excitada y los platillos de Pete silban con desprecio. “Tears Before Bedtime”, la canción menos impresionante aquí, juega con los kitsch de órgano de Nieve y un Costello de doble pista, cuyo personaje proyecta el cansancio de un hombre atrapado en escenarios embarazosos antes y listo para soportarlos nuevamente.
El andar deambulante de “Shabby Doll” señala el cambio de intención y dirección. En la página, la letra parece apuntar a otro objetivo indigno de desprecio, como una secuela de “La chica de este año» o «Posesión”, pero Costello, en conversación con la línea de piano de Nieve, escupe cada línea como si fuera un caramelo envenenado; en otras ocasiones, canta como si Emerick estuviera moviendo tarjetas de referencia fuera de la vista. Una actuación incómoda; ¿Está deconstruyendo un afecto? La respuesta viene con “La larga luna de miel”. Cantada con una calidez que Costello nunca antes había aproximado, esta elegante canción examina a una mujer atrapada en un matrimonio sin amor; El acordeón de Nieve profundiza el patetismo de la melodía del coro de Costello, incorporando “The Long Honeymoon” en un chansoniere tradición sin disminuir el dolor.
La beatlelolatría impregna un par de temas que no son tanto canciones sino composiciones. Respaldado por su guitarra chillona y rasgueada con fuerza, “Man Out of Time” está ensamblado como el de Paul McCartney. Camino de la Abadía secuencia (McCartney y el productor George Martin estaban al lado grabando lo que se convirtió en Tira y aflojatambién lanzado en el ’82). Cambia acordes y compases en aras de un ardor amenazado: un estilete escondido en una almohada. De qué diablos habla Costello es una incógnita; Las atracciones, en modo remolino, pusieron a un severo Costello a la defensiva. “…And in Every Home”, anclada por una orquesta de 40 músicos en pleno modo “Penny Lane” dirigida por Nieve, le da un gran beso al rococó-pop, que, dado que la letra es otra burla más a una mujer quien tiene “35 y 17” es un dulce para los oídos, un intento experto de distracción, o ambas cosas.