HISTORIA: Novak Djokovic logró su cuarto título consecutivo de Wimbledon y el séptimo en general, lanzando los brazos al aire y celebrando con su movimiento característico de comerse unas briznas de hierba fuera de la cancha central.
Su oponente no cabeza de serie, el australiano Nick Kyrgios, empujó con fuerza a Djokovic, sirviendo 30 aces, pero la estrella serbia finalmente tomó el control del juego frente a la multitud del All England Club, que incluía a la realeza británica.
La victoria lleva el recuento de títulos de Grand Slam de Djokovic a 21, uno menos que los 22 de Rafael Nadal.
Y la victoria llega durante una temporada que no siempre ha ido según lo planeado.
Djokovic fue deportado de Melbourne antes del Abierto de Australia y perdió ante Nadal en los cuartos de final del Abierto de Francia.
Es posible que no pueda jugar en el US Open en Nueva York este verano por su negativa a vacunarse contra COVID-19.
En cuanto a Wimbledon, los dos finalistas, que solían tener una relación helada, ahora dicen que su «bromance» es fuerte, con Djokovic prometiendo cumplir un trato para comprar la cena de Kyrgios.
Djokovic llamó a Kyrgios un «jugador fenomenal», mientras que Kyrgios describió a Djokovic como «una especie de Dios».