Un grupo de pinturas de Francis Hines, un oscuro artista activo en las décadas de 1970 y 1980 en Nueva York, que fueron redescubiertas después de haber sido descartadas cerca de un granero de Connecticut, será exhibida en una galería de Manhattan el próximo mes.
Casi 40 pinturas abstractas a gran escala fueron encontradas en 2017 por un contratista local llamado Jared Whipple en una propiedad en Waterbury, cerca del antiguo estudio del artista. Whipple recuperó las piezas de un contenedor de basura industrial junto con otros escombros que quedaron después de la muerte de Hines en 2016 a la edad de 96 años.
Algunas de las pinturas se exhibirán en las ubicaciones de Hollis Tagart en Chelsea y Southport, Connecticut, del 5 de mayo al 11 de junio.
La familia del artista y el encargado del patrimonio de Hines permitieron que Whipple se quedara con las obras encontradas, según informes anteriores, aunque los términos de ese acuerdo no se han hecho públicos.
Esta no es la primera vez que se exhiben las obras desde el descubrimiento. Whipple trabajó con el historiador y editor Peter Hastings Falk para organizar un exhibición en el Museo Mattatuck en Waterbury, Connecticut, dedicado a las pinturas recuperadas el año pasado. Hastings Falk estimó que el valor de las pinturas ronda los 22.000 dólares, según el Guardián.
Hines fue menos conocido durante su carrera que sus contemporáneos activos en la escena artística de Nueva York en la década de 1980. Se le recuerda principalmente por una instalación en la que cubrió un arco en Washington Square Park con telas en un estilo que imita el «envoltorio» de monumentos públicos de Christo y Jeanne-Claude.
En algún momento a fines de la década de 1960 y hasta la de 1970, después de asegurar la representación en una galería con un distribuidor de SoHo, Hines se mudó a Watertown, donde convirtió un granero en un espacio de estudio. Produjo arte allí hasta 2016.
“Estoy particularmente interesado en presentar el trabajo de artistas que han quedado fuera de la historia del arte convencional, ya sea por omisión activa o por casualidad”, dijo el marchante Hollis Taggart en un comunicado. “Es extremadamente raro encontrar tantas obras de un artista en gran parte olvidado”, continuó, y dijo que la próxima exposición es una oportunidad “para considerar cómo su trabajo podría encajar en la historia de los movimientos artísticos estadounidenses como el expresionismo abstracto”.