El reglamento de la Unión Europea que prohíbe el uso de bisfenol A en materiales que entran en contacto con alimentos entró oficialmente en vigor el 20 de enero, en un intento de minimizar la exposición al dañino disruptor endocrino.
La Unión Europea prohibió oficialmente a partir del lunes el contacto del bisfenol A (BPA) con productos alimenticios. Este disruptor endocrino, que se encuentra comúnmente en latas, envases de alimentos y botellas de agua, se ha relacionado con una posible contaminación de los alimentos.
La nueva normativa se extiende al uso de BPA en la fabricación de pegamentos, cauchos, resinas de intercambio iónico, plásticos, tintas de impresión, siliconas, barnices y recubrimientos que puedan entrar en contacto con alimentos. Dada la presencia generalizada de BPA en estos materiales, su prohibición marca un paso fundamental para reducir fuentes importantes de exposición.
«El bisfenol A figura en la lista de sustancias extremadamente preocupantes según REACH, la legislación emblemática sobre sustancias químicas de la UE, desde 2006 por su toxicidad para la reproducción y desde 2017 por sus propiedades de alteración endocrina para la salud humana», explica Sandra Jen, directora del Programa de Salud y Químicos en HEAL (Alianza de Salud y Medio Ambiente). «Se asocia con problemas de salud como el cáncer de mama, trastornos neuroconductuales y diabetes», añade.
Esta prohibición sigue la opinión de 2023 de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), que determinó que la exposición dietética al BPA representa un riesgo para la salud de los consumidores de todas las edades. El BPA ya está prohibido en productos destinados a bebés y niños pequeños, como los biberones, desde 2011.
Si bien la UE está a la vanguardia en la prohibición de los bisfenoles, Sandra Jen señala que el proceso ha sido lento.
«Los científicos llevan más de diez años pidiendo la prohibición del bisfenol A. La Agencia Europea de Medio Ambiente publicó hace más de diez años un informe sobre las preocupaciones suscitadas por el bisfenol A», señala. «Por lo tanto, el proceso ha sido largo y ahora esperamos que se tomen rápidamente decisiones y medidas de seguimiento relativas al uso de bisfenol en otros productos de consumo».
La Alianza para la Salud y el Medio Ambiente espera que la UE pronto extienda la prohibición a otros productos, como los juguetes, mientras continúa ampliando el alcance de las regulaciones sobre el bisfenol A.