Desde África hasta China, el sudeste asiático y Singapur, la mujer de 52 años ha pasado la última mitad de su carrera reverdeciendo un edificio a la vez. Desde aeropuertos hasta puertos marítimos, oficinas, escuelas, centros comerciales y viviendas, ha ayudado a dar forma a una nueva generación de edificios sostenibles que conservan energía, agua y otros materiales. Su visión: Ciudades del futuro con energía baja, cero o positiva.
NUESTRAS CIUDADES FUTURAS
“Este planeta es nuestro hogar. Nos da vida y sustenta todo lo que nos rodea, desde el clima hasta las personas. Es natural preocuparse por la sostenibilidad”, dijo Farizan.
“Cuando se trata de la industria de la construcción, hay mucho que podemos hacer, desde la innovación hasta el diseño, que no solo es más sostenible, sino que tendrá un impacto positivo en la forma en que vivimos y nos sentimos. No entiendo por qué no lo estamos investigando más profundamente”, reflexionó.
Los edificios sostenibles pueden sonar bastante técnicos, pero para dejar de lado la jerga, simplemente se refieren a diseños más responsables con el medio ambiente y eficientes en el uso de los recursos.
Pueden aprovechar la energía solar, reutilizar el agua de lluvia, optimizar la iluminación natural y la ventilación natural, o presentar innovaciones de alta tecnología como haces de enfriamiento por termosifón de bajo consumo en lugar de aire acondicionado, o inteligencia artificial y aprendizaje automático para una mayor eficiencia.