Escuche la cautivadora salsa de seis minutos “BAILE INoLVIDABLE”, donde Benito, desconsolado, imagina la vida como una fiesta que algún día debe terminar. La pasión en el estribillo viene en oleadas: “No, no te puedo olvidar/No, no te puedo borrar/Tú me enseñaste a querer/Me enseñaste a bailar” (“No, no puedo olvidarte/No, puedo ‘t borrarte/Me enseñaste a amar/Me enseñaste a bailar”)—con un corrillo metálico e insaciable que captura la nostalgia del amor pasado con un sentido de gracia que perdura como ron en la garganta. Luego, mientras Benito canta, “Y yo tenía mucha’ novia’/Pero como tú, ninguna” las palabras se lavan como espuma de mar, afirmando: Soy yo, tú no. Interpretada por estudiantes del Libre de Música San Juan, esta salsa perfecta contrarresta el dolor con las propiedades curativas de sus trompetas, tambores y cencerros. Cuando el solo de piano interviene como una muy necesaria pausa para fumar, invoca Tito Nieves en los años 90 o hector lavoe en los años 70: salseros clásicos cuya música fue diseñada para hacer tanto daño.
DeBí TiRAR MÁS FOTOS es más que un simple medio para liberar las caderas; llega en medio de una narrativa más amplia de la lucha de la isla por la soberanía, arraigada en siglos compuestos de colonización española y luego estadounidense. DTMF nos recuerda que mientras los músicos de todo el mundo buscan inspiración en la innovación y la resistencia boricua, muchos puertorriqueños se sienten como una especie en peligro de extinción en su propia tierra. Muchos isleños llamaron en 2025 en la oscuridad, experimentando aún otro apagón de la red eléctrica privatizada y poco fiable; justo después del día de Año Nuevo, un turista de misuri supuestamente prendió fuego a tres negocios locales en Cabo Rojo antes de huir de regreso a Estados Unidos. La vida en la isla consiste en boricuas que enfrentan las consecuencias de casi 130 años de inversión corporativa estadounidense y gentrificación a través de generosos incentivos fiscales. La hermosa canción de cuna bolero “TURiSTA” subraya esta relación tóxica y transaccional. Y en la bachata apagada “BOKeTE” o “Baches”, Benito esquiva el engaño como si estuviera preparado por las carreteras en ruinas de la isla.
El DTMF El cortometraje está protagonizado por Jacobo Morales, el ahora director de 90 años de Lo que pasó a Santiagola única película puertorriqueña en ser nominado al Oscarhace casi 35 años (la Academia prohibió posteriormente las películas puertorriqueñas en la categoría Internacional, lo que obligó a los cineastas de la isla a competir con los presupuestos de los estudios estadounidenses). Una escena imagina a un Borinquén tan empobrecido de boricuas que escuchar el reggaetón a todo volumen en la calle es un recuerdo lejano. El perreo sucio “EoO” se compromete a mantener la relevancia de nuestros clásicos al recordarnos a mediados de los años 90, cuando la policía y la Guardia Nacional intentaban combatir la violencia y otras “obscenidades” barriendo de las calles los CD y cintas de reggaetón. La represión impulsó el surgimiento de clubes clandestinos de perreo, como DJ Negro’s. el ruidoque acogió a las primeras estrellas como Baby Ranks y Ivy Queen. La experiencia del productor y colaborador frecuente Tainy en esta época brilla a medida que construye el ritmo sofocante de la canción alrededor del estribillo del tema de 2002 de Héctor y Tito “bebe perreo” y prueba el último segundo de su X 100pre producción para “Solo de Mí”: “¡Mira, puñeta, no me quiten el perreo!” (literalmente “¡Joder, no me quites el perreo!” pero más bien como la versión boricua de “¡Perra, no me mates la vibra!”). La rara canción de reggaetón que tiene sed de una mujer que cumple 30 años (más de eso, por favor), “EoO” está dedicada a la generación de millennials que crecieron siendo testigos de una fase crucial en el desarrollo de la música urbana en la isla.