Benjamín* quiere la paz. Excombatiente de la RENAMO (Resistencia Nacional de Mozambique), sueña con volver a trabajar en su campo, en el distrito de Cheringoma, provincia de Sofala.
Al igual que otros excombatientes en el centro de Mozambique, espera cultivar sus propias verduras, maíz, frijoles y yuca, y posiblemente criar pollos y cabras.
Hace apenas unos meses, Benjamin se convirtió en uno de los miles de excombatientes de RENAMO que participan en un proceso de “desarme, desmovilización y reintegración” (DDR).
DDR es un componente central del Acuerdo de Maputo, el acuerdo de paz entre el Gobierno de Mozambique y RENAMO, que puso fin formalmente a décadas de conflicto e inseguridad, y unió a las comunidades cuando se firmó en 2019.
‘Estamos muy contentos de estar de vuelta’
Ahora, Benjamin está aprendiendo nuevas habilidades junto con miembros de la comunidad que dejó hace más de 20 años y se está volviendo a conectar con su familia.
“Desde el momento en que mis hermanos y yo comenzamos nuestra reintegración a la comunidad y la sociedad, tengo una sensación de alivio y felicidad. Estamos muy contentos de estar de vuelta”, dice Benjamin. “Desde que llegamos a la comunidad, no ha habido problemas; Me han acogido como a un hermano”.
Galício António, jefe de la Avanzada Administrativa de Nhamaze en el distrito de Gorongosa, confirma los sentimientos de Benjamin y la importancia de la reconciliación. “Han vuelto, y están produciendo de nuevo”, declara. Están educando a sus hijos, se están integrando a la vida social, están participando en la comunidad”.
El papel de la ONU en el programa es apoyar a las autoridades en el fortalecimiento de la inclusión de voces locales en los ejercicios de planificación y presupuestación, como una base sólida para promover la paz duradera, la reconciliación nacional y el desarrollo sostenible inclusivo.
A través del programa, las autoridades locales escuchan las voces y las necesidades de las comunidades locales al definir y seleccionar la infraestructura y los servicios públicos esenciales que los distritos mismos proporcionarán a sus comunidades para promover el desarrollo local sostenible y la adaptación al cambio climático.
Las esperanzas de Benjamin son similares a las de otros excombatientes y comunidades afectadas por el conflicto en Mozambique: quieren construir vidas nuevas y productivas para ellos, sus familias y sus comunidades. Al apoyar estos sueños de manera práctica, la ONU les ayuda a crear un futuro mejor para Mozambique.
«Estoy muy feliz; La comunidad está feliz”, dice Benjamin. “Esta paz debe continuar. Esta es nuestra voluntad”.
*El nombre ha sido cambiado.