Las autoridades cubanas informaron el lunes, que hasta el momento 40 personas han fallecido tras la explosión y posterior derrumbe del Hotel Saratoga en la mañana del 6 de mayo en La Habana.
“Según las reclamaciones de familiares de desaparecidos se estima que haya alrededor de 12 o 13 personas atrapadas aún, la cifra exacta se sabrá a medida que avance la excavación”, informó el diario oficialista Granma en su parte del final de la tarde.
Tras el suceso 94 personas resultaron lesionadas, aún quedan 18 hospitalizados en centros asistenciales de salud de la capital cubana y 36 pacientes recibieron el alta médica.
Según las autoridades, la explosión fue producida por un escape de gas mientras un camión cisterna abastecía el lujoso hotel, enclavado en el céntrico Paseo del Prado, del municipio Habana Vieja.
El estallido destruyó parcialmente el hotel y dañó varias estructuras cercanas, incluida una escuela primaria, el histórico Teatro Martí y un templo bautista, la sede de esa iglesia en el occidente de la isla.
El sábado, un representante del Grupo de Turismo Gaviota, propietario del hotel, dijo que 13 de sus trabajadores seguían desaparecidos. El gobernador de la capital, Reinaldo García Zapata, excluyó, por su parte, que 19 familias habían reportado la desaparición de seres queridos, entre ellos dos familias que permanecían bajo los escombros de un edificio contiguo.
Impacto en el turismo
Hasta ahora las autoridades han informado que la causa del siniestro fue una fuga de gas provocada por un camión cisterna con ese fluido que prestaba servicio al hotel. El Capitolio, la sede del Parlamento, que se encuentra cerca, no sufrió daños de envergadura aparte de algunos cristales rotos por la explosión.
El incidente se sumó a los problemas de la industria turística, crucial para la economía cubana, que ha sido duro golpeada por la pandemia del coronavirus y el recrudecimiento de las sanciones contra la isla impuestas por el expresidente estadounidense Donald Trump y aún en vigor con la actual administración Biden. Las medidas limitaron las visitas de turistas estadounidenses a Cuba y las remesas que envían a los cubanos residentes en Estados Unidos a sus familiares.
El turismo había comenzado a reflotar un poco a principios de este año, pero la guerra en Ucrania desinfló un incremento de visitantes rusos, que representaron casi un tercio de los turistas que llegaron a Cuba en 2021. Los indicadores de marzo y abril, incluso, había mejorado, según las autoridades.
* Parte de la información para este informe provino de AP.
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