Alrededor de 1,33 millones de metros cúbicos de agua subterránea, agua de lluvia y agua utilizada para refrigeración se han acumulado en la planta nuclear de Fukushima, donde varios reactores colapsaron después de que el tsunami de 2011 abrumara los sistemas de refrigeración.
El operador de la planta trata el agua para eliminar casi todos los elementos radiactivos, excepto el tritio, y planea diluirla antes de descargarla en el océano durante varias décadas.
La declaración se produce cuando el jefe de la OIEA, Rafael Grossi, está concluyendo su visita de tres días a Seúl con una reunión con legisladores de la oposición, quienes han criticado el lanzamiento planeado.
El sábado, Grossi se reunió con el ministro de Relaciones Exteriores de Corea del Sur, Park Jin, para informarle sobre los hallazgos de su agencia, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores de Seúl en un comunicado.
Park solicitó «la cooperación activa del OIEA para la verificación de la seguridad y la tranquilidad del público», agregó.
Después de esa reunión, Grossi dijo que el OIEA permanecerá en la planta de Fukushima para garantizar la seguridad «en cada paso del camino», tuiteando: «Lo que comienza ahora es aún más importante que el trabajo realizado hasta ahora: el monitoreo continuo de la implementación del plan. «