Mientras Sudáfrica mantiene conversaciones de paz para las partes beligerantes de Etiopía, la comunidad internacional insta a un alto el fuego y acceso a la ayuda humanitaria para millones de afectados por la guerra prolongada.
Se siguen reportando combates en partes del norte del país, y las Naciones Unidas dicen que las hostilidades continúan aumentando y conducen a un aumento de las necesidades humanitarias.
Delegaciones tanto del gobierno de Etiopía como de los rebeldes, el Frente de Liberación del Pueblo Tigray, se encuentran en Sudáfrica para el diálogo.
El gobierno de Etiopía dice que ve las conversaciones como una oportunidad para resolver pacíficamente el conflicto. El grupo rebelde, el Frente Popular de Liberación de Tigray, dice que está presionando por el cese inmediato de las hostilidades, el acceso humanitario sin restricciones y la retirada de las fuerzas de Eritrea. Pero en partes del norte de Etiopía, su confrontación militar aún no se detiene.
Los nuevos combates comenzaron en agosto después de un alto el fuego humanitario de cinco meses. Las agencias de ayuda dicen que la distribución de suministros a más de 9 millones de personas todavía se ve obstaculizada por la inseguridad. Los convoyes de ayuda a través de una de las principales rutas permanecen suspendidos desde el 24 de agosto.
La comunidad internacional pide un alto el fuego entre las partes beligerantes en Etiopía:
Naciones Unidas dice que hasta la fecha, 26 trabajadores humanitarios han perdido la vida desde que comenzó el conflicto en el norte del país en noviembre de 2020. El último caso se informó el 14 de octubre.
El gobierno etíope dice que está trabajando con agencias humanitarias para enviar asistencia a las áreas que está tomando del control de los rebeldes. Dice que también está trabajando para restaurar los servicios.
Estados Unidos ha pedido a Eritrea que retire sus fuerzas del norte de Etiopía. Eritrea está acusada de enviar tropas para apoyar al gobierno etíope.
A pesar de que las principales facciones exhiben una abierta desconfianza mutua, los analistas políticos dicen que su aceptación de enfrentarse en la mesa de la paz podría abrir caminos para silenciar las armas en el norte del país.