La investigación del ataque a la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, tiene dos jóvenes detenidos, Fernando Sabag Montiel y su novia Brenda Uliarte, que quedaron comprometidos a través de las imágenes de las cámaras de seguridad, allanamientos, cruces de llamadas telefónicas y el arma involucrada en el incidente.
Hasta el momento, no se pudo comprobar si ambos pertenecen a una agrupación política, terrorista o una secta, pero si tienen un perfil polémico y violento en las redes sociales. Los detenidos se negaron a declarar y están alojados en dependencias de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, mientras se realizan las pericias en los laboratorios.
Los especialistas en seguridad afirman que hubo fallas graves en los dispositivos de custodia del Gobierno, a cargo de la Policía Federal, y debe investigarse, dijo Federico Calabró, Licenciado en Seguridad.
«Si hubiera sido un profesional de la muerte hubiera llevado el arma preparada con una bala en recámara. El tirador no era hábil en el del arma y con un simple movimiento la hubiera cargado y disparado. En los manuales dice que el primer grupo debe ser circunscripto y avanzando sobre el agresor y el otro grupo tiene que haber evacuado de forma inmediata a la Vicepresidenta a un lugar seguro. Podría haber un segundo tirador o un coche bomba”, dijo Calabró.
Mientras, desde el Gobierno y el Kirchnerismo insisten en que hay una campaña del odio impulsada por la oposición y otros.
“El foco es que se ha generado tal clima de violencia, de odio, que alguien le puso un revólver en la cabeza a la vicepresidenta y le gatilló. Lo que queda claro es que se gesta en un discurso de odio, que viene de hace años, y es lo que se intenta desde los sectores de la prensa, la política y el sector judicial”, dijo el exvicepresidente Amado Boudou.
Oposición mantiene posición dual
Desde el Congreso la oposición política mantiene una posición dual, ya que repudiaron el incidente, pero también manifiestan su desconfianza y sospechan de una operación política, señaló, Luis Juez, senador del PRO, como se conoce al Partido de centro-derecha Propuesta Republicana.
«Si vos estás metiendo el dedo en el ojo, provocando y descubriendo situaciones esto iba a pasar. Yo soy muy cuidadoso. Al tema hay que investigarlo, hay que condenarlo. La justicia tiene que llegar al máximo nivel de investigación, pero que no nos metan miedo, que no nos paralicen, que no nos amordacen, que no nos neutralicen, que no aprovechen esta oportunidad, esta situación, este momento para intentar amedrentar a la oposición, al periodismo, a la justicia”.
El juez y el fiscal federal avanzan en una imputación por tentativa de homicidio agravado, porque tuvo planificación, logística y ejecución.
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