La República Democrática del Congo ha pedido al portavoz de la misión de mantenimiento de la paz de la ONU, MONUSCO, que abandone el país, culpándolo de avivar las tensiones que llevaron a las protestas mortales la semana pasada.
Treinta y seis personas, incluidos cuatro cascos azules de la ONU, murieron la semana pasada cuando cientos de manifestantes destrozaron e incendiaron edificios de la ONU en varias ciudades del este del Congo.
Los civiles acusan a la misión, que ha estado activa durante más de una década, de no protegerlos de la violencia de las milicias que ha asolado la región durante mucho tiempo.
El gobierno dijo que el vocero, Mathias Gillmann, había hecho declaraciones “poco delicadas e inapropiadas” que contribuyeron a las tensiones entre la población y la MONUSCO.
“El gobierno congoleño considera que la presencia de esta oficina en el territorio nacional no es probable que promueva un clima de confianza mutua y tranquilidad entre las instituciones congoleñas y la MONUSCO”, dice el comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores del 28 de julio y visto por Reuters el miércoles.
Gillmann y el portavoz adjunto de MONUSCO no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios.
El gobierno congoleño también dijo esta semana que reevaluaría el plan de retiro de la misión a la luz de las protestas, una decisión que MONUSCO dijo que apoya.
La misión debe retirarse para 2024 según un plan elaborado el año pasado, pero el gobierno pretende acelerar su salida, dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Christophe Lutundula.