Las escenas de rap más salvajes en Internet de los últimos años, desde los escalofríos de ira que hacen temblar la cabeza hasta el deslizamiento celestial de Plugg, han estado dominadas en gran medida por estadounidenses. Pero eso está empezando a cambiar gracias a un grupo estrafalario de británicos que destrozan y rehacen estos subgéneros. YT y Lancey Foux”Negro y tostado”, una candidata a canción del verano del 24, contiene tanta percusión convulsiva que casi se pierden los dignos acentos ingleses de los raperos. Se jactan de cómo pueden hacer explotar a las multitudes en Miami, Tennessee o Surrey Quays con un ritmo de Ambezza claramente inspirado en el idiota (también conocido como Milwaukee lowend). Algunos MC lideran esta ola, entre ellos Lancey, Fimiguerrero y Len. Y en lugar de pisotearse unos a otros hasta la cima, estos tres artistas han combinado fuerzas para crear una nueva narrativa. Su primera cinta de colaboración, CONGLOMERADOsuena como un grito de guerra: No jodan al underground del Reino Unido.
De los tres, Lancey tiene la reputación suprema, colaborando con estrellas como Yeat y Sexyy Red y siendo amigo de Kanye. Prácticamente generó un nuevo microgénero (“ira de ensueño”?) cubriendo el acero cibernético del subgénero con brillo psicodélico. Pero el más popular en este momento es Fimiguerrero, nacido en Nigeria, que viene de una racha incesante de éxitos en TikTok y el ecléctico hiperimán de su álbum. Nuevo orden mundial. Aumentó En el barrio de Stockwell, Len es el miembro menos famoso del trío, pero quizás el más tentador en cuanto a tono. Sus melodías espectrales emocionan en el álbum más destacado “Excuse My French”, cuyo bajo enjoyado huele a rap moshpit de OsamaSon para niños elegantes de Kensington.
A lo largo de CONGLOMERADOel trío se enfrenta de forma hipnótica. Fimi toca lo más crudo, sin apenas Auto-Tune o reverberación, solo flujos cerrados y con el puño cerrado. Ofrece flexiones con frases tan contundentes que cada palabra resalta: “Me pagan en euros, dólares, pesos e incluso yenes”, se jacta en “Excuse My French”, espaciando cada sílaba perfectamente en el bolsillo. «No morí intentando hacerme rico, como 50 Cent». Constantemente envuelto en humo, flotando a través de la mezcla como un fantasma, Len tiene sed de bellezas en medio del ligero movimiento de “After Life” y le confiesa sus sueños de rap a su desaprobadora madre en “Ozempic”, la canción más bonita del álbum. El más hábil pero inconsistente es Lancey, quien sólo aparece en seis de los 13 temas principales del álbum (más una de las tres canciones de la versión de lujo del álbum). Su tono naturalmente emotivo lo hace sonar un poco tortuoso, como si fuera el caballo oscuro que se esconde detrás de sus amigos esperando para atacar, o para ofrecer una imagen absurda y espontánea, como «demasiado quemado, estoy lleno de queso, un negro está derrochando». Eso te hace imaginar a Lancey como una tostada humana.