En la cuenta regresiva para la IX Cumbre de las Américas a celebrarse en Los Ángeles, California, todavía no es claro la presencia de algunos países.
Algunos incluso han dicho claramente que no asistirán.
«No me van a invitar a la cumbre. De todos modos, yo mandé a decir que no voy a ir» (…) «Se lo dije y lo repito al embajador de esa nación (EEUU) que este país pueda ser pequeño, pero mientras yo fuera presidente, a este país se le respetaba y se le respeta la soberanía», dijo días atrás el presidente de Guatemala Alejandro Giammattei.
El mandatario guatemalteco dijo que su decisión se debe a lo que calificó como una supuesta “falta de respeto” de parte del Departamento de Estado, luego de que su administración revalidara en el cargo a la fiscal general Consuelo Porras, sancionada por Estados Unidos en la Lista Engel de “actores corruptos y antidemocráticos” de Centroamérica.
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La polémica sobre quiénes asistirán o no al evento se agudizó después de la campaña del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de condicionar su asistencia al evento a la presencia de todos los líderes latinoamericanos. Entre ellos está Nicaragua.
En ese contexto regional Centroamérica, si es que llega a la cita del 6 al 10 de junio con el presidente Joe Biden, asistiría “dividida y con serios retrocesos democráticos”, dice a la Voz de América el analista Napoleón Campos, salvadoreño experto en relaciones internacionales e integración centroamericana.
“Llega también con terribles amenazas de terminar de hundir la institucionalidad democrática, imperfecta pero que venía caminando en Guatemala y El Salvador”, apunta Campos.
Desde su perspectiva, la exclusión de gobiernos como los de Venezuela, Cuba y Nicaragua está en concordancia con el principio de la Cumbre inaugurada en 1994 por el presidente demócrata Bill Clinton, quien también fue anfitrión del encuentro en Miami Florida.
“Justamente por la falta de credenciales democráticas donde hay gobernantes de turno como Nayib Bukele de El Salvador que no se sumó al consenso democrático ni en Naciones Unidas (ONU) ni en la OEA para solidarizarse con el pueblo de Ucrania, esto hace dudar de los compromisos que hay con la democracia internacional, con el derecho internacional”, opina.
¿Qué efecto tuvo la visita del presidente de México a la región?
Luego que el Departamento de Estado de Estados Unidos anunciara la IX Cumbre de las Américas, el presidente mexicano primero se reunirá con el presidente Joe Biden y luego comenzó una gira por los países centroamericanos.
Las visitas de López Obrador a Guatemala, El Salvador y Honduras se presentaron con el objetivo de unificar la agenda regional de cara al encuentro de mandatarios en Los Ángeles, especialmente con el tema migratorio que forma parte de las discusiones del cónclave.
Sin embargo, sostienen que durante la gira por los países del Triángulo Norte, López Obrador comenzó a marcar distancia de Estados Unidos, al punto de criticar la política migratoria del gobierno estadounidense.
“[Estaba] dando a entender que Estados Unidos no está invirtiendo en reducir las causas de la migración”, sostiene el analista Manuel Orozco, experto en asuntos migratorios y remesas del Diálogo Interamericano, con sede en Washington DC.
Orozco explica que la visita de López Obrador registró el tipo de política exterior del Partido Revolucionarios Institucional (PRI) “en sus visitas a Centroamérica para hablar de la solidaridad con los países, pero realmente no produce ningún tipo de compromisos sustantivos”.
Al final -dice- lo que se vio fue “un tipo de retórica populista en su visita, que tiene más que todo el oportunismo de hacerle la guerra a Estados Unidos (…) pero nada sustancial de cuál es el compromiso de México” , afirma Orozco en diálogo con la VOA.
El analista Napoleón Campos explica que la visita de López Obrador además marco una sombra al no expresar ningún tipo de observación durante su visita a Centroamérica sobre “el desmantelamiento democrático, constitucional e institucional, sobre los proyectos tiránicos que se han instalado o están en ciernes en la región, y la gira termina de la peor manera confrontando la Cumbre de las Américas” , explica.
¿Qué han dicho otros presidentes centroamericanos sobre la cumbre?
Desde Honduras, la presidenta Xiomara Castro, se ha alineado con otros países del hemisferio a México, condicionando la asistencia a la cumbre sólo si están incluidos en la lista de invitados todos los países, entre ellos los que están señalados de incumplir las reglas democráticas.
En un tuit publicado la semana pasada, Castro de Zelaya también puso entredicho su asistencia a la cita de mandatarios del continente americano: “Asistiré a la cumbre sólo si están invitados todos los países de América Latina sin excepción. ‘El estudio más digno de un americano es América’, escribió la mandataria.
No obstante, fuentes de Cancillería en Honduras, dijeron a la VOA bajo condición de anonimato por no estar autorizados para informar al respecto, que todavía no se sabe si la mandataria Castro de Zelaya concurra a Los Ángeles, incluso si Venezuela, Cuba y Nicaragua no asistirán por estar fuera de la lista de invitados como informado la Casa Blanca la semana pasada.
En los mandos del gobierno esperan que este viernes la presidenta Castro de Zelaya anuncie la disposición final de cara a la cumbre en Los Ángeles.
La Voz de América consultó fuentes de la Casa Presidencial de El Salvador acerca de la eventual participación del presidente Nayib Bukele a la cumbre, y la respuesta fue que hasta el momento el mandario salvadoreño no ha confirmado ni rechazado participar en el evento.
¿Qué significa la negativa de mandatarios centroamericanos de asistir a la cumbre convocada por EEUU?
Estados Unidos es considerado el principal socio y estratégico comercial de Centroamérica con lazos que van más allá de los nexos económicos, al existir además una población significativa de inmigrantes centroamericanos en suelo estadounidense.
El hecho de que los mandatarios desisten de atender la invitacion del presidente Biden solo los aleja mas de la sociedad civil que tiene claro donde están los problemas en cada país, explica Campos.
“Hay una ciudadanía que le apuesta a la democracia, que le apuesta a más combatir y más la corrupción, una ciudadanía que tiene claro que Centroamérica no tiene ni presente ni futuro digno con narcopolíticos, tiranos corruptos y creo que eso lo distingue la comunidad democrática internacional”, opina el experto Napoleón Campos.
Para Manuel Orozco está cumbre, con todos los altibajos mostrados, al tratar de sentarse juntos a los mandatarios de las democracias de la región deja pocas expectativas en cuanto a temas e impacto del encuentro.
“Hay muy poco que esperar de la Cumbre de las Américas en todos los temas”, dice Orozco, al tiempo que explica cómo el asunto migratorio está subordinado al tema de “gobernabilidad democrática”.
Orozco advierte que a medida que se reduce la democracia en los países aumentan las migraciones y cita como ejemplos a Cuba, Nicaragua y Venezuela. La emigración venezolana -recuerda- llegó a generar alarmas en los últimos años al poner bajo presión a otros países del cono sur que se vieron desbordados por el número de venezolanos que atravesaban sus fronteras.
En el caso centroamericano, para empezar por Nicaragua, las migraciones han puesto presión también a su vecino Costa Rica.
¿Cuáles son los aviones de EEUU para esta cumbre?
El gobierno de Estados Unidos espera honrar esta cita como anfitrión bajo el lema “Construyendo un futuro sostenible, resiliente y equitativo”.
El Departamento de Estado ha dicho que la cumbre se abre para trabajar “con gobiernos, la sociedad civil y el sector privado de la región, así como con las 13 organizaciones internacionales que conforman el Grupo de Trabajo Conjunto de Cumbres (GTCC) y que apoyan el proceso”.
Durante el evento, el Departamento de Estado de Estados Unidos está organizando tres foros oficiales dedicados a las sociedades civiles y los jóvenes.Los encuentros buscará fomentar el diálogo entre gobiernos, pueblos y empresas de las Américas para abordar los desafíos y oportunidades del hemisferio occidental en el mapa global.
“El éxito de la cumbre sacar de la adopción de una agenda ambiciosa y orientada a la acción, y del cumplimiento de los compromisos que los líderes asumen en junio en Los Ángeles para hacer frente a estos desafíos”, sostiene el Departamento de Estado.
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