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El Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas instó el jueves a Gran Bretaña a abandonar un polémico proyecto de ley para deportar refugiados a Ruanda, que podría convertirse en ley el próximo mes.
En su revisión del Reino Unido, el comité dijo que lamentaba los arreglos hechos con algunos países con terceros países, particularmente Ruanda, para transferir a los solicitantes de asilo, así como los “esfuerzos para adoptar el Proyecto de Ley de Seguridad de Ruanda (Asilo e Inmigración) a pesar del Reino Unido”. fallo de la Corte Suprema de que el acuerdo no cumpliría con el derecho internacional”.
El comité dijo que estaba pidiendo al gobierno británico que retirara el proyecto de ley o lo derogara si se aprobaba.
El gobierno conservador del primer ministro Rishi Sunak quiere reubicar a miles de solicitantes de asilo que llegan a Gran Bretaña en pequeños botes inflables cada año para vivir en Ruanda, pero hasta ahora los desafíos legales han impedido que nadie sea enviado al país de África Oriental.
El gobierno sufrió un revés en su plan para Ruanda –que espera que también actúe como un elemento disuasivo para las personas que intentan cruzar en pequeñas embarcaciones– cuando el año pasado la Corte Suprema del Reino Unido dictaminó que la política era ilegal porque existía el riesgo de que las personas enviadas allí pudieran ser devueltos a su país de origen y comprometida su seguridad.
Para superar las objeciones del tribunal, el gobierno de Sunak espera aprobar un proyecto de ley que declare a Ruanda un país seguro para los solicitantes de asilo. La legislación volverá a ser debatida en el parlamento el 15 de abril.