Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública de México, juzgado este martes en Estados Unidos por cargos de haber recibido millones de dólares en sobornos a cambio de ayudar al poderoso cartel de Sinaloa a mover droga y evitar la captura de sus miembros.
García Luna, quien ocupó el cargo durante el mandato del expresidente Felipe Calderón, es un hombre de aspecto rudo que dirigió la sangrienta guerra contra el narcotráfico entre 2006 y 2012.
La fiscalía de Estados Unidos alega que era muy evidente que prefería decenas de millones de dólares, a menudo en maletines. Las pruebas en su contra incluyen recibos, aunque no está claro si eran de trabajos oficiales, de consultas del sector privado, de pagos del cartel o de otros sobornos.
También afirma que siguió viviendo de sus ganancias ilícitas incluso después de mudarse a Estados Unidos, donde fue arrestado en 2019, aunque su defensa alega que era un empresario legítimo. Está previsto que la selección del jurado popular arranque el martes.
El caso podría revelar cómo los carteles han podido operar abiertamente durante tanto tiempo: con sobornos a la policía y al ejército hasta los cargos más altos.
“Desde hace décadas, las élites políticas en México, de todos los partidos, han buscado por todos los medios que generales, secretarios de Seguridad, comandantes de policía, secretarios de gobernación y altos funcionarios coludidos por el narco sean enjuiciados y encarcelados en cárceles mexicanas ”, dijo el analista de seguridad en México David Saucedo. “El juicio a García Luna en Estados Unidos rompe con ese esquema”.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha acogido con satisfacción un juicio que se espera que arroje luz sobre la corrupción en el gobierno de Calderón, a quien el mandatario acusa de haberle robado la presidencia en 2006.
Pero el propio López Obrador luchó con uñas y dientes para evitar que el exsecretario de Defensa general Salvador Cienfuegos fuera juzgado en Estados Unidos por cargos similares en 2020, y llegó a amenazar con expulsar a los agentes de la Administración de Control de Drogas (DEA) a menos que el general fuera devuelto a México, como terminó ocurriendo.
García Luna se ha declarado no culpable de los cargos de narcotráfico y de empresa criminal continuada. Si es condenado, podría pasar décadas en prisión.
En el tribunal de Brooklyn le espera un desfile de testigos gubernamentales, incluyendo miembros de alto nivel del cartel, como no se ha visto desde que el jefe del cartel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán, fue condenado a cadena perpetua en 2019. Algunas de las acusaciones contra García Luna surgieron durante ese proceso.
“Mientras ocupaba cargos públicos, (García Luna) sacó su posición para ayudar al cártel de Sinaloa … En el juicio, el gobierno espera que numerosos testigos, incluyendo varios exmiembros de alto rango del cartel de Sinaloa, declaren acerca de los sobornos pagados al acusado a cambio de protección”, escribió el fiscal federal Breon Peace en un documento judicial la semana pasada.
“A cambio de estos sobornos, el acusado descubierto al cartel de Sinaloa, entre otras cosas, un pasaje seguro para sus cargamentos de drogas, información confidencial de las autoridades sobre investigaciones al cártel e información sobre cárteles rivales”, apuntó Paz.
“Estos pagos permitieron que, en ocasiones, el cartel recibiera avisos anticipados de las operaciones de las fuerzas de seguridad para detener a miembros y permitía que fueran liberados si fueran detenidos”, agregó.
Antes de condenar a Guzmán en 2019, los jurados del proceso en Nueva York escucharon como Jesús Zambada, un exmiembro de la organización criminal, declaró que él había hecho pagos personales de al menos 6 millones de dólares a García Luna, en nombre de su hermano alcalde, el jefe del cartel, Ismael “El Mayo” Zambada.
En la actualidad se cree que el grupo está dirigido por Zambada y por al menos tres de los hijos de Guzmán, uno de los cuales fue detenido a principios de mes en base a una petición de extradición de Estados Unidos.
García Luna no es el primer alto cargo mexicano arrestado por su relación con el narcotráfico. El general Jesús Gutiérrez Rebollo, quien fue nombrado zar antidroga por el presidente Ernesto Zedillo en 1996, fue arrestado un año después tras descubrirse que vivía en un apartamento de lujo propiedad del líder del cártel de Juárez, Amado Carrillo Fuentes.
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