HISTORIA: Un tribunal de Indonesia comenzó el juicio el lunes (16 de enero) por una de las estampidas en estadios de fútbol más mortíferas del mundo.
Un puñado de policías y oficiales de partidos han sido acusados de negligencia por sus supuestos roles.
135 personas murieron en el desastre de octubre en el estadio Kanjuruhan en Malang, Java Oriental.
Una investigación realizada por la comisión de derechos humanos de Indonesia descubrió que la policía disparó 45 rondas de gases lacrimógenos contra la multitud al final del partido, lo que provocó el pánico que provocó la estampida.
Los investigadores concluyeron que el uso excesivo e indiscriminado de gases lacrimógenos fue la principal causa de la aglomeración, mientras que las puertas cerradas, un estadio con exceso de capacidad y la falta de implementación de procedimientos de seguridad exacerbaron el número de muertos.
El desastre provocó preguntas generalizadas sobre las normas de seguridad y el uso de gases lacrimógenos, una medida de control de multitudes prohibida por el organismo rector mundial del fútbol, la FIFA.
El lunes, el tribunal escuchó a tres policías, un oficial de seguridad y un organizador del partido, quienes enfrentan una sentencia máxima de prisión de cinco años si son declarados culpables.
El padre de una de las víctimas acudió a la corte el lunes.
Dice que espera que sean sancionados al máximo, especialmente los que usaron gases lacrimógenos.
El presidente de Indonesia, Joko Widodo, anunció después del incidente que se suspenderían todos los partidos de liga y que el estadio de Kanjuruhan sería demolido y reconstruido.
Desde entonces, los juegos de liga se han reanudado pero sin espectadores.