Mientras el espectro de la hambruna se cierne una vez más sobre Somalia, Los primeros números muestran un número creciente de niños padecía desnutrición aguda y cólera o diarrea acuosa, una combinación que mató a muchos niños en la hambruna de 2011, dice el Fondo de las Naciones Unidas para los Niños (UNICEF).
“Los niños se están muriendo de desnutrición, el hambre, la sed y la enfermedad. Durante la hambruna de 2011, murieron alrededor de 130.000 niños pequeños, aproximadamente la mitad de ellos antes de que se declarara la hambruna. Estamos trabajando con socios las 24 horas del día para asegurarnos de que eso no vuelva a suceder”, dice Leila Pakkala, Directora Regional de UNICEF para África Oriental y Meridional.
Más de 35 400 niños que padecían desnutrición aguda severa recibieron tratamiento con alimentos terapéuticos que salvaron sus vidas en cientos de centros de nutrición en Somalia en enero y febrero, un aumento del 58 % con respecto al mismo período de 2016.
Hasta el 28 de marzo, se habían notificado más de 18 400 casos de cólera/diarrea acuosa aguda desde principios de año, superando con creces los 15 600 casos notificados en todo 2016.
La mayoría de los casos son entre niños pequeños.
“Estas cifras son una llamada de atención”, dice Pakkala, después de hablar con familias desplazadas y pacientes en un centro de tratamiento del cólera en Baidoa, Somalia.
Actualmente no hay cifras precisas disponibles sobre el número de niños que han muerto debido al hambre o la desnutrición, en parte porque muchos sucumben a enfermedades e infecciones.
Durante la hambruna de 2011, las principales causas de muerte fueron la diarrea y el sarampión. Seis años después de que se declarara la hambruna en partes del centro-sur de Somalia, el país está una vez más al borde de la catástrofe.
Esta vez, la sequía está más extendida y afecta a Somalilandia, Puntlandia y las zonas de pastoreo del país, además del centro y el sur de Somalia, que fueron los más afectados en 2011.
En febrero, UNICEF proyectó que 944.000 niños sufrirían desnutrición aguda en 2017, incluidos 185.000 niños que sufrían desnutrición aguda severa y que necesitarían apoyo urgente para salvar sus vidas.
Ese número podría dispararse, incluso si las próximas lluvias que comenzarán en abril llegan a tiempo y en su totalidad.
UNICEF Somalia ha aumentado su necesidad de financiación para 2017 de 66 millones de dólares a 147 millones de dólares, con un déficit de financiación del 54 % a mediados de marzo.
“En 2011, los fondos llegaron a raudales después de la declaración oficial de hambruna en julio. Este año, muchos donantes se han adelantado. Pero lo peor aún puede estar por venir. Tenemos una pequeña ventana para evitar una pérdida masiva de vidas”, dice Pakkala.
– Por ANA