Los arreglos de trabajo flexibles (FWA, por sus siglas en inglés), por ejemplo, pueden ser necesarios para que las personas con discapacidad asistan a citas médicas o de fisioterapia. Pero estos pueden beneficiar a todos los empleados, especialmente a los padres y cuidadores.
Los empleadores y los empleados han informado una mayor facilidad para equilibrar los compromisos profesionales y personales, lo que lleva a una mejor productividad. Hasta el 52 por ciento de las personas y alrededor del 73 por ciento de las mujeres dicen que los arreglos de trabajo flexibles deberían ser la nueva norma, según un documento del Instituto de Estudios Políticos (IPS) publicado a principios de este año.
La Asociación de Personas con Discapacidad (DPA) ha escuchado informes de personas con discapacidad que están preocupadas de que las adaptaciones que se han normalizado durante la pandemia se desvanezcan a medida que Singapur avanza a pasos agigantados después de la pandemia. Ya, un estudio de la UOB en junio encontró que casi la mitad de los singapurenses han reanudado una semana laboral de cinco días en la oficina.
¿QUÉ PASA CON LOS ALOJAMIENTOS MÁS COSTOSOS?
¿Qué hay de las adaptaciones, como la instalación de rampas o la inversión en dispositivos de tecnología de asistencia que tienden a costar más?
Según el Comité de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, las adaptaciones se consideran razonables si no representan una carga indebida y si se dispone de apoyo para financiarlas.