SINGAPUR: De las muchas cosas interrumpidas por la pandemia, la infancia es una de las más importantes.
Con las persianas cerradas y la vigilancia levantada en los últimos tres años, los niños en Singapur y en todo el mundo se han visto confinados con frecuencia dentro de las cuatro paredes del hogar. El juego al aire libre se cambió por entretenimiento en línea y las interacciones sociales se limitaron a los miembros de la familia inmediata. Incluso el recreo en la escuela se convirtió en un asunto moderado y sin mezclas.
Si bien mantuvo a los niños seguros, el enfoque reciente se ha centrado en los efectos a largo plazo de la pandemia en la salud mental de los niños. En particular, un artículo compartido por UNICEF encontró que el período prolongado de aislamiento ha llevado a los niños a perder oportunidades clave de desarrollo, lo que lleva a un retraso en la formación de habilidades sociales básicas, como hacer amigos y llevarse bien con los demás.
Dichos retrasos son preocupantes porque estas habilidades blandas serán cruciales para ayudarlos a navegar la vida, ya sea buscando trabajo, formando relaciones significativas o superando los desafíos cotidianos.
La dura verdad es que para que nuestros hijos prosperen y aseguren su futuro, necesitan cultivar estas habilidades básicas tan pronto como sea posible. Creo que es apropiado proponer una solución tradicional: retoques o juegos prácticos.
UN VIEJO ENFOQUE SOLUCIÓN A UN NUEVO PROBLEMA
Hace más de cinco décadas, los juguetes con los que jugábamos mis amigos de la infancia y yo eran artilugios de bricolaje como pistolas de goma, espadas de madera y casas de cartón. Construir un juguete con artículos domésticos comunes implicaba prueba y error, improvisación y experimentación.
A menudo, tratábamos de mejorarlo con nuevos materiales y técnicas para hacerlos más duraderos y lucir «más geniales» que los que todos los demás trajeron a la escuela. Mirando hacia atrás, esas primeras experiencias de la fabricación de juguetes me enseñaron los valores de la resiliencia y el ingenio y forjaron lazos inquebrantables entre mis amigos y yo.