SINGAPUR: El 17 de enero, la Oficina Nacional de Estadísticas de China informó que la población del país se redujo en 850 000 personas a 1412 millones en 2022, el primer declive en 60 años.
La modesta caída de la población marcó un punto de inflexión para la nación más grande del mundo. Naciones Unidas proyectó que India superará a China como el país más poblado este año, mientras que se espera que la población de China caiga a 1.313 millones para 2050.
Esto plantea preguntas importantes sobre lo que significa la disminución de la población de China para la economía del país y, por extensión, cuáles son las implicaciones para el sudeste asiático y el mundo.
LA CAÍDA DE LA POBLACIÓN NO ES SORPRENDENTE
Las razones detrás de la disminución de la población de China son sencillas y dobles. Primero, la política china de un solo hijo de larga data, aplicada entre 1980 y 2016, ha llevado a que haya menos mujeres en edad fértil.
En segundo lugar, la voluntad de tener hijos entre ellos ha disminuido de manera gradual y constante. Según el Banco Mundial, la tasa de fecundidad total de China (TFR, medida por el número de nacimientos por mujer) cayó de 2,7 en 1980 a 1,3 en 2020. Mientras que los países que logran un desarrollo económico sólido y sostenido a menudo experimentan una tasa de fecundidad decreciente, la TGF de China de 1,3 es uno de los más bajos del mundo.
Por lo tanto, la caída de la población de China no es inesperada. De hecho, la Academia de Ciencias Sociales de Shanghai proyectó una disminución de la población en 2022 de 0,49 en 1000.